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El diccionario de la Real Academia Española define el sueño como los sucesos e imágenes que ocurren en la fantasía de alguien mientras duerme. Los sueños y las reflexiones sobre sus significados e interpretaciones enriquecen nuestras vidas. Los sueños nos ponen en contacto con nuestras emociones más profundas, nos encantan y asustan, pues contienen nuestros deseos más secretos y nuestros temores más profundos. Esto no es una moda pasajera ni una tendencia de la nueva era. Los sueños han estado con la humanidad desde hace incontables generaciones y, sin duda, estarán con nosotros hasta el final de los días.

    Los sueños

    الأحلام

    اللغة الإسبانية

    Aisha Stacey

    عائشة ستايسي

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    Los sueños

    ¿Estoy soñando?

    Lo que dice el Islam sobre soñar y los sueños

    El diccionario de la Real Academia Española define el sueño como los sucesos e imágenes que ocurren en la fantasía de alguien mientras duerme. Los sueños y las reflexiones sobre sus significados e interpretaciones enriquecen nuestras vidas. Los sueños nos ponen en contacto con nuestras emociones más profundas, nos encantan y asustan, pues contienen nuestros deseos más secretos y nuestros temores más profundos. Esto no es una moda pasajera ni una tendencia de la nueva era. Los sueños han estado con la humanidad desde hace incontables generaciones y, sin duda, estarán con nosotros hasta el final de los días.

    Los sueños a menudo retratan acontecimientos que son imposibles, o al menos improbables, en la realidad física y están fuera del control del que sueña. Muchas personas reportan emociones fuertes durante el sueño, y los sueños aterradores o inquietantes se conocen como pesadillas.

    La historia de los sueños y sus interpretaciones nos lleva de regreso al antiguo Egipto, y se dice que el primer registro escrito de interpretación de los sueños data de 1350 a. C. Originalmente, en Egipto se enseñaba que los sueños eran parte del mundo sobrenatural. Se enseñaba que eran mensajes enviados durante la noche, quizás como advertencia temprana para desastres o para la buena fortuna. Para los musulmanes, esto no es una sorpresa. El capítulo 12 del Corán, titulado José, comienza con un sueño, y termina con la interpretación de ese sueño. En la época del Profeta José, los sueños y la interpretación de los sueños eran muy importantes, y esto queda claro en la historia de José. El Profeta José era capaz de interpretar los sueños y el Profeta Jacob (el padre de José), los compañeros de prisión de José y el rey de Egipto experimentaron sueños.

    Sabemos que en el antiguo Egipto los sueños eran predominantemente interpretados por los sacerdotes, y que en la era de la antigua Grecia y Roma se pensaba en los sueños desde un contexto religioso, y no fue hasta la era helena de Aristóteles que se pensó que los sueños tenían la capacidad de curar. Los intérpretes de sueños ayudaban a los doctores a hacer sus diagnósticos. Hay muchas supersticiones y creencias que están asociadas con los sueños.

    Para algunos chinos, el sueño es un lugar real que el alma visita cada noche, y por esa razón mucha gente desconfía de los relojes de alarma, temiendo que el alma sea despertada y no sea capaz de regresar a su cuerpo. Algunas tribus indígenas norteamericanas y civilizaciones mexicanas compartían el mismo entendimiento de la dimensión del sueño.

    Durante el Medioevo, en las sociedades judeocristianas se creía que los sueños eran malignos, tentaciones de Satanás. En el siglo XIX, los sueños fueron desestimados como meros síntomas de ansiedad, hasta que Sigmund Freud reintrodujo la noción de que los sueños tienen significado. En el mundo musulmán, sin embargo, se han considerado los sueños de manera un poco distinta. En la época preislámica, la poesía árabe frecuentemente describía visiones chamánicas del sueño de asuntos como la muerte ritual y la resucitación. El papel del chamán (una persona que afirma tener acceso e influencia en el mundo de lo sobrenatural) incluía ser intérprete de sueños y poeta, por lo que no es de sorprender que el Profeta Muhammad repitiera con frecuencia que él no era ningún poeta. El advenimiento del Islam aclaró muchas ideas falsas y prácticas incorrectas que existían en la sociedad árabe, entre las cuales estaba la difundida actitud hacia los sueños y su interpretación.

    El Islam dice que los sueños pueden tener significado, pero los eruditos han advertido que no todos los sueños deben ser considerados de este modo. El renombrado erudito islámico Ibn Sirin, un experto en la interpretación de los sueños, menciona en su libro clásico sobre el tema que la interpretación de los sueños es una ciencia difícil, y que los eruditos la tratan con el máximo cuidado. El Profeta Muhammad nos enseñó sobre los sueños, también con el mayor cuidado, y mencionó a menudo los sueños y el soñar.

    “De hecho, la peor mentira es la de una persona que afirma falsamente haber tenido una visión en un sueño”[1].

    “Los sueños verdaderos provienen de Al‑lah, y los malos sueños provienen de Shaitán (Satanás)[2].

    “Aquellos de ustedes con los sueños más verdaderos serán los más veraces al hablar”[3].

    “Si alguno de ustedes tiene un sueño que le gusta, este proviene de Al‑lah. Debe agradecerle a Al‑lah por él y contárselo a los demás”[4].

    Es gracias al Profeta Muhammad que aprendimos que los sueños son de tres tipos, conocidos en árabe como Rahmani (de Dios), Nafsani (de uno mismo) y Shaitani (de Satanás). Él dijo: “Los sueños son de tres tipos: un sueño que proviene de Dios; un sueño que causa angustia y que proviene de Satanás; y un sueño que proviene de lo que la persona piensa cuando está despierta, y que luego ve mientras duerme”[5]. El Profeta Muhammad continúa enseñándonos acerca del significado de los sueños de forma bastante pragmática.

    “Si alguno de ustedes ve un sueño que le disgusta, que sople hacia su izquierda tres veces[6] y busque refugio en Dios de Satanás tres veces, y que cambie de lado para seguir durmiendo”[7].

    La importancia de un sueño suele ser directamente proporcional a la impresión que causa en el que sueña. La mayoría de los sueños ocurren bajo circunstancias normales y no tienen valor real ni necesitan interpretación. Ellos derivan de nuestras experiencias y actividades cotidianas, una persona con la que hablamos, un libro que leímos, un programa de televisión que vimos. Otros sueños son fantasías o ilusiones, entretenidos e inofensivos. Y también están los sueños que son proféticos, sueños que parecen predecir el futuro. Esos sueños no pueden ser entendidos fácilmente a menos que la persona tenga las habilidades y el conocimiento necesarios.

    En la segunda parte examinaremos la ciencia de la interpretación de los sueños.

    La interpretación de los sueños

    La ambigüedad de la interpretación de los sueños en la religión del Islam.

    En su libro sobre la interpretación de los sueños, Ibn Qutaibah dice: “No hay nada con lo que trate la gente de entre las diferentes ciencias que sea más oscuro, delicado, exaltado, noble, difícil y problemático que los sueños, porque ellos son un tipo de revelación y un tipo de profecía”.

    Estas son palabras sabias y reflejan la posición de muchos eruditos del Islam, que los sueños deben ser interpretados por alguien calificado. Hay diversos problemas y obstáculos inherentes a la práctica de la interpretación de los sueños. Por ejemplo, un sueño podría ser visto por una persona pero ser para alguien más.

    Entre los compañeros del Profeta Muhammad alguien vio un sueño para Abu Jahl[8], que él se convertía en musulmán y le juraba lealtad al Profeta. Esto no ocurrió jamás, dicho sueño era para su hijo, Ikrimah, quien posteriormente se convirtió al Islam y le juró lealtad al Profeta. En otro ejemplo, un sueño fue visto acerca de que Usaid ibn Abil Aas se convertía en el gobernante de La Meca; esto nunca ocurrió, sin embargo, su hijo ‘Attab fue gobernador de La Meca.

    Los símbolos en los sueños también pueden ser un obstáculo para la correcta interpretación de los sueños. Los símbolos en los sueños pueden significar cosas distintas para personas diferentes. Por ejemplo, un sueño sobre un gato puede evocar recuerdos felices de la infancia, o puede simbolizar temor y dolor para una persona que haya sido atacada y arañada por un gato feroz.

    Es suficiente con reconocer un sueño como bueno, malo o sin consecuencias.

    a) Los sueños a veces son descritos como verdaderos, buenos o provenientes de Dios. Lo que se quiere decir con “verdaderos” es que se hacen realidad. Lo que quiere decir “buenos” es que traen buenas noticias o llaman la atención sobre algunos errores de los que uno no es consciente. Lo que se quiere decir con que “provienen de Dios” es que ocurren por Su gracia y misericordia, o como advertencia, como albricias de Él, o como guía de Él. El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: “Si alguno de ustedes tiene un sueño que le gusta, este proviene de Dios. Debe agradecerle a Dios por él y contárselo a los demás”[9].

    b) Los malos sueños son aquellos que causan pena o angustia al que sueña. Estos sueños provienen de Satanás. Lo que se quiere decir con que causan pena es que lo ponen a uno triste y le causan angustia. Lo que se quiere decir con que “provienen de Satanás” es que son infundidos por él en un esfuerzo por causar temor o porque quiere divertirse malignamente con quien duerme.

    “Las confabulaciones son obras del demonio para entristecer a los creyentes. Pero, en realidad, no podrán hacerles ningún daño, salvo que Dios lo permita...”. (Corán 58:10)

    Satanás está dispuesto a recurrir a cualquier cosa que cause angustia, sin importar si la persona está despierta o dormida, pues él es enemigo de la humanidad.

    “El demonio es para ustedes un enemigo, tómenlo como un enemigo...”. (Corán 35:6)

    De modo que, si uno ve un mal sueño, una pesadilla que causa temor, angustia o malestar, quien sueña debe hacer lo siguiente:

    Primero, reconocer que ese sueño proviene de Satanás, que solo quiere causar angustia y, por lo tanto, no prestarle atención al sueño. Segundo, buscar refugio en Dios de Satanás el maldito y del mal del sueño, y escupir en seco hacia la izquierda tres veces. La persona no debe divulgar los detalles de un mal sueño a menos que sea como parte de un esfuerzo sincero de obtener consejo de una persona debidamente calificada. En la mayoría de los casos, los sueños angustiosos deben ser ignorados y descartados. Voltearse hacia el otro lado de la cama o levantarse y hacer dos unidades de oración son también formas efectivas de romper el sentimiento de impotencia que a veces está asociado con los malos sueños.

    c) Hay ciertos sueños que no entran en ninguna de las dos categorías anteriores. Estos sueños son los llamados “sueños confusos” y derivan de lo que uno ha estado pensando, y de eventos y temores almacenados en la memoria y el subconsciente, que luego se reproducen durante el sueño. No hay interpretación para esos sueños.

    Una norma clara acerca de los sueños es que mentir sobre un sueño es algo muy serio. El Profeta Muhammad nos advirtió que “la peor mentira es que una persona afirme haber visto un sueño que no ha visto”[10]. Quizás una persona está muy ansiosa por tener un buen sueño y se siente presionada a inventar uno. Esta práctica es inaceptable, la honestidad es un valor muy apreciado en el Islam. “Aquellos de ustedes con los sueños más verdaderos serán los más veraces al hablar”[11].

    Los sueños de los profetas son revelación y los sueños de la gente distinta a los profetas deben ser vistos a la luz de la revelación (el Corán y las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad). Pero, ¿qué pasa si uno sueña con los profetas, en particular con el Profeta Muhammad? Si el Profeta Muhammad aparece en un sueño y se ve como está descrito en las tradiciones auténticas, podemos estar seguros de que se trata de un sueño verdadero y un sueño de albricias. El Profeta Muhammad dijo: “Quien me ve (en un sueño) ciertamente ha visto la verdad, pues Satanás no puede aparecerse con mi forma”[12].

    ¿Qué dice el Islam acerca de ver a Dios en un sueño? Algunos eruditos, incluyendo el Sheij Ibn Taimiah, aseguran que es posible ver a Dios Mismo en sueños; sin embargo, él subraya que lo que una persona ve en su sueño no es como se ve Dios. No hay nada comparable a Dios, por lo tanto, nuestras mentes son incapaces de formarse una imagen verdadera.

    “...No hay nada ni nadie semejante a Dios”. (Corán 42:11)

    Los sueños tienen cierta significación en la forma de vida que es el Islam, sin embargo debemos ser cuidadosos de no confiar en ellos demasiado ni creer que están llenos de mensajes y símbolos ocultos. La gran mayoría de los sueños son el producto de una mente sana y activa, y no son proféticos en modo alguno. También es correcto asumir que la oración de búsqueda de orientación (Istijarah) sea respondida con un sueño. En conclusión, podemos resumir la interpretación de los sueños con las palabras de Ibn Sirin, el intérprete de sueños más reconocido del Islam. En un día, cuando se le preguntó acerca de más de 100 sueños distintos, dijo en respuesta a todas las preguntas: “Teman a Dios y hagan el bien mientras estén despiertos, y lo que sea que vean en sus sueños no les hará daño”.

    [1] Sahih Bujari.

    [2] Ibíd.

    [3] Sahih Muslim.

    [4] Sahih Bujari.

    [5] Sahih Bujari y Muslim.

    [6] Aquí se refiere a “escupir” de forma suave y seca, sin expulsar saliva.

    [7] Sahih Muslim.

    [8] Un enemigo acérrimo del Islam.

    [9] Sahih Al Bujari.

    [10] Sahih Al Bujari.

    [11] Sahih Muslim.

    [12] Sahih Al Bujari.