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Alabado sea Al-lah, que prescribió el rezo (As-Salat en árabe) sobre Sus siervos por Su misericordia y bondad para con ellos, e hizo del rezo el principal medio de comunicación entre Él y Sus siervos, pues lo más cerca que está una persona de su Señor es cuando está prosternada.

    Preservar la práctica del rezo, el castigo de quien lo abandona y la invitación a realizarlo en grupo

    ] Español – Spanish – إسباني [

    Muhammad ibn Salih Al-Uzaimin

    2011 - 1432

    ﴿ المحافظة على الصلاة ﴾

    « باللغة الإسبانية »

    محمد بن صالح العثيمين

    2011 - 1432

    Primer Jutba:

    Alabado sea Al-lah, que prescribió el rezo (As-Salat en árabe) sobre Sus siervos por Su misericordia y bondad para con ellos, e hizo del rezo el principal medio de comunicación entre Él y Sus siervos, pues lo más cerca que está una persona de su Señor es cuando está prosternada. ¡Qué buena es la cercanía a nuestro Señor!

    Alabado sea Al-lah, que dispuso en la práctica del rezo felicidad, devoción y excelencia y prometió para quien lo abandona desdicha y humillación, para que la gente se preocupe de su práctica y le se cuiden de ser negligentes con ella.

    Doy testimonio que no hay dios sino Al-lah, el Único, sin copartícipes, Suya es la soberanía, y es el Generoso, el Grandioso. Doy testimonio de que Muhammad es Su siervo y Su Mensajero, el Profeta Noble, que la paz y bendiciones de Al-lah sean con él, con su familia, con sus sahaba y con sus seguidores en buena manera hasta el Día del Juicio.

    ¡Hermanos! ¡Teman a Al-lah! Practiquen el rezo ya que les fue prescrito en tiempos específicos. Denle el sitial que se merece, pues Al-lah lo honró al prescribirlo a su Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, sin intermediarios, allá arriba de los siete cielos. Es el pilar de la fe y lo último que se pierde de ella. ¿Puede existir la fe sin pilares? ¿Queda acaso algo de la religión si se pierde lo último de ella?

    ¿No saben acaso que los cinco rezos prescritos expían lo que se comete entre ellos de pecados menores? ¿No saben acaso que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, los comparó con un río en el que se baña la persona cinco veces al día? ¿Quedaría después de eso algo de suciedad en el cuerpo? ¿No saben que será una luz para quien lo practica cabalmente en su corazón, en su tumba y en el Día del Juicio? ¿No saben que será una evidencia en su favor y salvación del castigo ese Día?

    Al-lah elogió a nuestro predecesor Ismael, la paz sea con él, porque él ordenaba a su familia rezar y dar limosna. El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Quien preserva la práctica de los cinco rezos prescritos, con sus inclinaciones, sus prosternaciones y sus tiempos, y sabe que es un derecho de Al-lah, entrará al Paraíso”, o dijo “se merece el Paraíso”.

    ¡Siervos de Al-lah! Hay mucho bien en la práctica del rezo prescrito, pues los rezos son una ayuda para vosotros en los asuntos espirituales y en los materiales. Dice Al-lah, altísimo sea, en el Corán: {Socorreos con la paciencia y la oración. Por cierto que la práctica de la oración es difícil, excepto para los piadosos}.

    ¡Musulmanes! Al-lah les ha advertido que no pierdan la práctica del rezo ni la menosprecien. Dijo Al-lah, alabado sea, hablando sobre las naciones que vinieron antes: {Les sucedieron generaciones que descuidaron la oración, siguieron sus pasiones y terminaron perdiéndose. Salvo quienes se arrepintieron, creyeron y obraron rectamente…}; y dijo el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: “Entre el hombre y la incredulidad está el abandono del rezo”, y dijo: “Quien mantiene su práctica (los rezos prescritos) tendrá luz, evidencia y salvación en el Día del Juicio; y quien no mantiene su práctica no tendrá en el Día de la Resurrección ni luz ni evidencia ni salvación, y estará con Qarun, con Fir’aun, con Haman y con Ubai bin Jalaf” (todos ellos terribles incrédulos), y dijo: “Lo primero por lo que se le pedirá cuentas a la persona el Día de la Resurrección de entre sus obras es el rezo, si está bien le ira bien y será salvo; sino está bien habrá fracasado y estará perdido”.

    Una de las señales de que el rezo está bien es que tema por él tu corazón y tu cuerpo. El temor en el corazón consiste en tenerlo presente y tener presente el significado de las cosas que se dice y se hace en el rezo. El temor reverencial es el espíritu del rezo y su evidencia. El rezo sin temor reverencial es como un cuerpo sin espíritu y palabras sin significado. El Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Hay personas que terminan el rezo y no se les reconoce ni la décima parte (de su recompensa) ni la novena ni la octava ni la séptima ni la sexta ni la quinta ni la cuarta ni la mitad”. Esto significa –y Al-lah sabe más– que esto es según su concentración y su perfección.

    El temor en el cuerpo consiste en seguir lo más posible la guía del Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, en sus movimientos, en sus inclinaciones y prosternaciones, en sus paradas y sus sentadas; y que cuide de no moverse sino lo necesario.

    Parte de la plenitud del rezo es que te estabilices de pie, sentado, en el ruku’ o el suyud. Quien realiza las partes del rezo precipitadamente sin estabilizarse en ellas, es como si no hubiese rezado, aunque haya rezado cien veces, hasta que cumpla con estos requisitos.

    Parte de la plenitud del rezo es realizarlo en congregación en las mezquitas. Esto es parte de las obligaciones del rezo que sustentan el Corán y la Sunna.

    Está perdida la gente que ha sido negligente con su rezo hasta que le llegó a pesar mucho el hacerlo y se parecieron en eso a los hipócritas.

    Ves que se entretienen una o dos horas fácilmente en sus asuntos mundanos e inútiles (viendo televisión, por ejemplo) y no pueden tener paciencia una décima parte de ese tiempo en el rezo prescrito; el rezo se les hace más pesado que las montañas. La comodidad material y procurarse placeres se convierte en lo más importante ¡Qué grande es su pérdida y qué grande será su arrepentimiento cuando los registros de las obras se tomen con la derecha o con la izquierda! ¡Pido refugio en Al-lah ante el maldito Satanás! Al-lah, Glorificado sea, dijo: “Observad la oración prescrita, y especialmente la oración intermedia [Salat Al ‘Aser], y cumplidla con sometimiento a Al-lah”.

    Que Al-lah nos bendiga con lo que leamos y entendamos del Corán, y nos beneficie con la compresión de Sus sabios signos.

    Le pido a Al-lah perdón por nuestras faltas. Háganlo ustedes también.

    Segundo Jutba:

    Alabado sea Al-lah, Lo alabamos abundantemente cómo Él mandó. Le agradezco, y Él anunció Su bendición para quien Le agradece. Doy testimonio que no hay más dios sino Al-lah el Único, sin coparticipes, aunque renieguen de ello los que Le atribuyen iguales y reniegan de Él. Pido la paz y bendiciones de Al-lah para el Mensajero de la guía, Muhammad hijo de Abdul-lah, para su familia y sus sahaba.

    ¡Hermanos! Teman a Al-lah, mantengan la práctica del rezo, y en especial el del ‘Aser, y háganlo por Al-lah con devoción.

    ¡Siervos de Al-lah! El rezo es el pilar de su fe y es su columna fuerte. Quien abandona la práctica del rezo no tiene lugar en el Islam. Quien practica el rezo tiene fe, y quien lo abandona se encamina a la incredulidad. Quien practica el rezo tiene luz en su corazón, en su rostro, en su tumba y será para su salvación el Día de la Resurrección y será reunido con los agraciados, los Profetas, los veraces, los mártires y los piadosos. Quien no lo práctica no tendrá ni luz ni salvación en el Día del Juicio, y será reunido con Fir’awn, Haman, Qarun y Ubai bin Jalaf.

    ¡Musulmanes! ¿Cómo pierden sus rezos siendo que son la comunicación entre ustedes y su Señor? ¿Dónde queda la adoración? ¿Dónde queda el amor a Al-lah y el sometimiento a Él? En verdad está perdido un pueblo que oye el llamado de la vida mundana y se apresura a seguirlo, y cuando oyen el llamado de Al-lah que dice: “Venid al rezo, venid al éxito”, se desentienden.

    ¡Musulmanes! ¿No saben que por lo primero que seremos juzgados es por el rezo? Si el rezo está bien el resto de las obras estará bien, y si el rezo está mal todo lo demás estará mal. ¿Quién de ustedes tiene la vida asegurada hasta que decida arrepentirse y rezar? ¿Acaso no temen la muerte y no sabe si amanecerán con vida mañana? ¿Acaso la muerte no sorprende a la gente súbitamente y los toma desprevenidos? ¿Quién cree estar a salvo de ese mismo destino?

    ¡Hermanos! ¿Qué viene después de esta muerte que no saben cuándo los sorprenderá? No hay nada después de la muerte sino la retribución, ya sea buena y cause alegría o sea mala y cause desazón. Cuando llega la muerte las obras de la persona se terminan y sólo queda la retribución.

    ¡Musulmanes! Si concuerdan en lo dicho… ¿No es necesario entonces que se apresuren en su arrepentimiento y a plegarse a la obediencia de Al-lah? ¡Musulmanes creyentes en el Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y su mensaje! Rezar en grupo en la mezquita es una de las obligaciones del rezo y de su práctica. El que reza con el grupo en la mezquita está obedeciendo a su Señor, y el que no lo hace con el grupo está desobedeciendo a su Señor y pone en riesgo su rezo, pues algunos juristas dicen que quien abandona el rezo con la congregación sin excusa tiene su rezo inválido.

    El que reza en congregación es el inteligente que consigue todo el premio, pues el rezo en congregación es mejor que el rezo en solitario veintisiete veces. El que no llega al rezo en congregación, dadas todas las condiciones para hacerlo, es perezoso y negligente y su caso se asemeja al de los hipócritas de los que Al-lah, Alabado sea, dice: “Cuando se levantan para hacer la oración lo hacen desganados, sólo la hacen para ser vistos por los demás y no recuerdan a Al-lah sino poco”, y dijo el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: “El rezo más pesado para los hipócritas es el del ‘Isha y el del Fayer; si supiesen lo que estos rezos tienen de valioso asistirían a ellos aunque sea de rodillas; y, por El que tiene el alma de Muhammad en Su mano, si supieran que se les dará un par de huesos con un poco de carne en el ‘Isha asistirían”. Lo cierto es que el caso de los que no acuden al rezo a la mezquita es como el de los hipócritas, que si tuviesen algún asunto mundano al amanecer que los beneficiara materialmente, los verías contar las horas para la cita.

    El que reza con la congregación reza con fervor y conciencia de que los orantes en congregación se dan ánimos unos a otros; en cambio, el que hace caso omiso al rezo en congregación reza con pereza y con prisa, picoteando del rezo como un ave, y hasta llegue tal vez a retrasarlo más allá de su tiempo sin excusa, y eso significa la perdición.

    El rezo en congregación trae consigo el cariño, la solidaridad y el consenso, ilumina las mezquitas con el recuerdo de Al-lah y se expresan allí los ritos del Islam. En el rezo grupal hay enseñanza para el ignorante, recuerdo para el negligente y muchos beneficios religiosos y terrenales. Imagínense que no se hubiese prescrito el rezo en grupo ¿Cuál sería nuestra situación? La Umma estaría dividida y las mezquitas cerradas; la gente no tendría una expresión grupal de la religión. Pero, Alabado sea Al-lah que lo prescribió y mandó a los musulmanes. Agradezcan a su Señor, musulmanes, por esta gracia y cumplan con esta obligación; arrepiéntanse de faltar a la misma y cuídense del castigo de su Señor. A’udhu bil-lahi min ash-shaitanir-rayim (me refugio en Al-lah de Satanás, el maldito), dijo Al-lah: “Observad la oración prescrita, pagad el Zakat y prosternaos con los orantes.”

    Pidan bendiciones por el Profeta Muhammad, tal como Dios se los ordena: {Ciertamente Al-lah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pidan bendiciones y paz por él}; y dijo el Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam: “Quien pide a Al-lah una bendición para mí, Al-lah lo recompensa por esta acción con diez bendiciones”.

    ¡Oh Al-lah! Da bendiciones y paz a nuestro Profeta Muhammad, a sus familiares, a todos sus discípulos y a quienes sigan su guía de buena manera hasta el Día del Juicio. ¡Oh Al-lah! Da tu complacencia a todos los discípulos de Tu Mensajero, de quienes fueron destacados Abu Baker, Omar, ‘Uzman y ‘Ali. Complácete también con todos los seguidores de estas nobles personas, quienes siguen su guía hasta el Día del ajuste de cuentas, y con nosotros los presentes, pues Tú eres en verdad el más Clemente.

    ¡Oh Al-lah! Enaltece y dignifica al Islam y a los musulmanes, protégenos del mal de nuestros detractores, y líbranos de los problemas del encarecimiento de los productos, la propagación de enfermedades, de la usura y el interés monetario, del adulterio y la fornicación, de los terremotos, de las dificultades y las tribulaciones, y de la perversión y corrupción oculta y evidente.

    ¡Oh Al-lah! Perdónanos y perdona a nuestros hermanos creyentes que ya fallecieron, y no hagas que en nuestro corazón se encierre el desprecio y el odio por los que han creído en Ti como se debe. Tú eres el más Bondadoso y Misericordioso.