Historias de los califas rectos
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Full Description
- HISTORIAS DE LOS CALIFAS RECTOS
- Introducción
- ABU BAKR AS-SIDDIQ
- 1- SU VIDA
- 2.-"SI ASI LO DIJO, HA DICHO LA VERDAD".
- 3. "CREO EN LO QUE LE LLEGA DEL CIELO".
- 4- EL MAS AMADO POR EL MENSAJERO DE ALÁ
- 5- "ORDENADLE A ABU BAKR QUE DIRIJA LA ORACION
- 6- "QUIEN ADORABA A MUHAMMAD, CIER-TAMENTE MUHAMMAD HA MUERTO''
- 7- EL DIA DE SAQIFA
- 8 -EL JURAMENTO DE FIDELIDAD GENERAL Y LA DECLARACION DE LOS PRINCIPIOS BASICOS PARA LA NACION ISLÁMICA
- 9 - CON LOS RENEGADOS
- 10 - EL EJÉRCITO DE USAMA
- OMAR IBN AL-JATTAB
- 1- “Alá ha puesto la verdad en la lengua y en el corazón de Omar"- Hadiz
- 2 - LA ISLAMIZACIÓN DE OMAR
- 3 - EL CALIFATO DE OMAR
- 4 - INDICIOS ACERCA DE LA GRANDEZA DE OMAR
- 5 - NO POSEO MAS QUE ESTA CAMISA…
- 6 - OMAR CUIDA DE LOS HUESPEDES DE MEDINA Y SE CONMUEVE POR EL LLANTO DE UN NIÑO
- 7 - EJEMPLO DEL RESPETO POR LA LIBRE EXPRESIÓN
- 8 - UN EJEMPLO DE LA VERDAD Y LA JUSTICIA
- 9 - ¿por que esclavizáis a los hombres, siendo que sus madres les han parido libres?
- 10 - LOS PECADOS DE NUESTRO EJÉRCITO SON MAS PELIGROSOS QUE EL ENEMIGOS
- 'UZMÁN IBN
AFFÁN
- 1- "'Uzmán, es quién más pudor tiene en toda mi nación". Hadiz
- 2 - Un hombre del que los ángeles se avergüenzan de él
- 3 - El primero en emigrar por la causa de Alá
- 4 - Historias sobre su altruismo y generosidad
- 5 - Embajador del Mensajero de Alá
- 6 - El Califato de 'Uzmán
- 7 - 'Uzmán, recopila el Corán
- 8.- descontento entre los musulmanes
- 9 – El legado de 'Uzmán
- ALI IBN ABI TALIB
HISTORIAS DE LOS CALIFAS RECTOS
Introducción
Los Califas Rectos- Al-Julafa Ar-Rashidun-, vivieron el período más importante de la historia islámica y forman parte de la Sunna del Profeta Muhammad ﷺ. Establecieron los principios de la Shura (consulta democrática), las responsabilidades del gobierno, los sistemas de leyes, de beneficencia y de derechos humanos.
Los primeros Califatos mostraron valores islámicos y garantizaron derechos para todos.
A través de ellos, quedaron representadas las normas del gobierno islámico, que más tarde se convertirían en el ideal a seguir por todos los gobiernos y sus dirigentes islámicos.
Alá expresa en el Sagrado Corán:
“Sin duda que os ha llegado un Mensajero de vuestra raza, que se apena si sufrís algún mal, ansioso de custodiaros y es benévolo y compasivo". (9:128)
Alá, nuestro Creador, nos envió un Mensajero ﷺ para que nos trajese Su Libro y nos enseñase, a través de su propia vida, la forma en que debíamos vivir y convivir.
En el pasaje Coránico antes mencionado, se destacan cinco cualidades del Profeta del Islam ﷺ.
1. Surgió de entre nosotros.
2. Nuestros sufrimientos lo afligieron.
3. Tenía preocupación por nosotros.
4. Era benévolo con los Creyentes.
5. Era Compasivo.
Estas características, hicieron que los Compañeros (Alá se complazca de ellos) se acercasen al Profeta ﷺ y lo amasen infinitamente.
Algunos abandonaron cuanto tenían: dinero, propiedades, etc. para seguirle, pues creían que sus enseñanzas y ejemplos los conducirían a lo mejor de esta vida y de la otra.
Cuando se les impuso abandonar sus hogares y familiares en La Meca y emigrar a Medina, lo hicieron convencidos de su fe.
Se trasladaron a una nueva ciudad para vivir entre extraños, al principio, pero unidos por la fe hasta crear, entre todos, una nueva sociedad.
Éstos son los llamados Sahabas- Compañeros del Profeta ﷺ- y por estar a su lado la mayor parte del tiempo, fueron incorporando sus características, tornándose como él, compasivos y predispuestos a apoyar a los demás creyentes.
Tomaron los sufrimientos de otros como propios y se entregaron de lleno a la causa de Alá, Su Profeta ﷺ y Su Gente.
El Mensajero ﷺ dijo sobre ellos:
“Mis Compañeros son como las estrellas que guían. A quienquiera de ellos que sigas, serás bien guiado".
En este tratado relataremos la vida de cuatro de los más cercanos Sahabas del Profeta Muhammad ﷺ: Abu Bakr As- Siddiq. Omar Ibn Al-Jattab, 'Uzmán Ibn Affan y Alí Ibn Abi Talib (Alá se complazca de ellos).
Estos cuatro Sahabas permanecieron muy cerca del Mensajero ﷺ a lo largo de su vida, aprendiendo de él la forma de adorar a Alá, de guiar a la gente, de invitar al Islam, de gobernar, etc.
Lucharon con él, oraron con él, difundieron el Islam.
Tomaron como guía Su Sunna y fueron capaces de transmitirla a los demás.
Tras la muerte del Mensajero de Alá ﷺ estos cuatro hombres le sucedieron, uno tras otro, en la responsabilidad de guiar al Islam y a la Comunidad Islámica (Ummah) Alá se complazca de ellos
ABU BAKR AS-SIDDIQ
(Alá se complazca con él)
"…Cuando ambos estaban en la cueva, dijo a su Compañero: no te entristezcas, ciertamente Alá está con nosotros." (9:40)
Esta aleya, se refiere al momento de haberse refugiado el Profeta Muhammad ﷺ y su Compañero Abu Bakr, en la cueva del monte Zaur, en su viaje a Medina, perseguidos por los idólatras.
1- SU VIDA
Su nombre era Abdullah Abu Bakr Ibn 'Uzmán Abi Quhafa.
Llamado Al-Atiq y también As-Siddiq: El veraz, pues fue quien se apresuró en creer en el Profeta Muhammad (Paz y Bendición), en todo lo que le había sido revelado, en su profecía, en su viaje nocturno y en el ascenso a los cielos.
Nació en la Ciudad de La Meca dos años después del nacimiento del Profeta ﷺ, y murió dos años después, a la edad de 63 años.
Fue sepultado junto al Profeta Muhammad ﷺ en la habitación de su hija Aisha (Alá se complazca de ella).
2.-"SI ASI LO DIJO, HA DICHO LA VERDAD".
Se dirigió, Abu Bakr t al Enviado de Alá ﷺ estableciéndose entre ambos el siguiente diálogo:
-Abu Bakr- ¿Es cierto lo que me han informado?
-Muhammad ﷺ: ¿Qué te han informado?
-Abu Bakr: Que Alá te ha enviado a nosotros para que le adoremos a El, sin asociarle nada.
-Muhammad: ¿Y cuál fue tu respuesta a ellos?
-Abu Bakr: Les dije, si así lo dijo Muhammad ﷺ, ha dicho la verdad.
Se llenaron los ojos del Profeta ﷺ de lágrimas, abrazó a su amigo de la infancia por haber creído en su mensaje, luego comenzó a relatarle cómo había llegado la primera revelación en la cueva de Hirá y cómo descendió la palabra de Alá, El Altísimo:
"Lee en el nombre de Tu Señor que todo lo creó. Creó al ser humano, a partir de un coágulo. Lee, que Tu Señor es el más Generoso. Que ha enseñado el uso del cálamo. Ha enseñado al ser humano lo que no sabía".
Escuchó Abu Bakr t con atención la palabra de Alá, dichas por el Mensajero ﷺ, levantó su cabeza y le dijo:
Atestiguo que tú dices la verdad y que eres El leal, atestiguo que no hay otra divinidad salvo Alá y que tú eres el Mensajero de Alá.
Sin duda alguna, Abu Bakr t fue una de las figuras más importantes y relevantes en los primeros tiempos del Islam. Era ciertamente el amigo más cercano del Profeta, y suficientemente conocido en toda La Meca por su probada sabiduría y madurez. Su propia nobleza de carácter le impedía conducirse de modo egoísta e inhumano, tan propio de sus compañeros mercaderes.
El entusiasmo con que abrazó el Islam lo llevó muy pronto a divulgar entre sus más dilectos amigos y allegados la esencia de esta fe: La creencia en el Alá único y en Su Profeta Muhammad. Muchos de los que le oían hablar, con tan firme convicción, le pidieron entrevistarse con el Profeta. De este modo, el número de musulmanes iba creciendo, aunque guardando todavía una natural discreción en mostrar abiertamente su nueva fe.
Entre este grupo de primeros musulmanes, podemos destacar hombres como Uzman Ibn Affan, Abdel Rahman Ibn Auf, Talha Ibn Ubaidulah, Sa'ad Ibn Abu Uaqas y Alzubair Ibn Awan, todos ellos personajes jóvenes y de gran relieve en la vida social de La Meca.
Durante esta primera época, los versículos coránicos revelados se caracterizaban por poseer un texto breve, con un contenido en el que afirmaba constantemente el concepto de la Unicidad de Alá, Su suprema majestuosidad, Su infinita misericordia, la importancia de la moral en el ser humano, y la descripción detallada tanto el Paraíso como el Infierno.
3. "CREO EN LO QUE LE LLEGA DEL CIELO".
Al pasar frente a la Kaabah, Abu Yahl vio al Mensajero ﷺ solo y pensativo, quiso de alguna manera dañarlo, acercándose a él, le preguntó burlonamente:
¿Acaso no te ha llegado algo nuevo por la noche?
-El Mensajero de Alá ﷺ levantó su cabeza y dijo:
¡Sí! Fui transportado durante la noche hasta Baitul Maqdis (la mezquita de Jerusalén).
Abu Yahl volvió a preguntarle irónicamente: ¿Y amaneciste luego entre nosotros?
Al contestar el Profeta ﷺ afirmativamente, se apresuró Abu Yahl a gritar: ¡Hijos de Kaab Ibn Lua (gente de Qureish)! ¡Venid! ¡Venid! Comenzaron a reunirse ante la Kaaba, y Abu Yahl les narró lo que había escuchado de boca del Profeta, con la única intención de desmentirlo y sembrar dudas en el corazón de los musulmanes.
De inmediato, algunos incrédulos de Qureish se dirigieron hacia la casa de Abu Bakr As-Siddiq t felices de transmitirle una noticia que le haría dudar del mensaje de Muhammad ﷺ y así renegar de su religión.
Dijo uno de ellos a Abu Bakr t:
- Ciertamente, tu compañero frente a la Kaaba, cuenta a la gente que su Señor lo transportó durante la noche hasta la Casa Sagrada de Jerusalén. Viajó a ella durante una noche y amaneció luego entre nosotros.
-Les contestó Abu Bakr t: ¿Solo eso? Yo le creo y mucho más aún, creo en lo que le llega del cielo por la mañana y por la tarde, y replicó:
"si así lo dijo, ha dicho la verdad".
Se dirigió velozmente hacia la Kaaba y abrazando al Profeta ﷺ le dijo:
-Por Alá que tú dices la verdad!.
4- EL MAS AMADO POR EL MENSAJERO DE ALÁ
Fue preguntado cierto día el Mensajero ﷺ:
-¡Profeta de Alá! ¿Quién es el más amado para ti?:
- Respondió, Aisha t.
- le dijeron: ¿y de entre los hombres?
- Les dijo ﷺ: Su padre.
Solía decir el Profeta ﷺ:
"No hay entre nosotros una mano benevolente sin que le hayamos retribuido su esfuerzo, excepto la de Abu Bakr, pues a él Alá le retribuirá en el día del juicio". Esto es interpretado por otro dicho del Mensajero de Alá ﷺ que dice:
"No hay otra mano más grande para mí que la de Abu Bakr, quién me ayudó personalmente, con sus bienes y me casó con su hija".
Acostumbraba decir Omar Ibn Al-Jattab t:
- "Abu Bakr es nuestra autoridad, el mejor de nosotros y el más amado por el Profeta ﷺ".
5- "ORDENADLE A ABU BAKR QUE DIRIJA LA ORACION
Cuando enfermó el Mensajero de Alá ﷺ designó a Abu Bakr t para dirigir la oración comunitaria diciendo:
-¡Ordenadle a Abu Bakr que dirija la oración!
-Aisha sugirió: "Ciertamente, Abu Bakr es un hombre de corazón tierno, si toma tu lugar lo vencerá el llanto, sería mejor ordenarle a Omar t que lo hiciera." Pero el Profeta ﷺ repitió:
¡Ordenadle a Abu Bakr que dirija la oración!
Recurrió entonces Aisha t a Hafsa t y le encomendó:
-Dile al Profeta ﷺ que Abu Bakr t es un hombre apocado y emotivo, cuando tome su lugar, no se escuchará su oración; sería conveniente ordenadle a Omar t.
Repitió Hafsa t tal lo pedido por Aisha t frente al Profeta ﷺ quién, disgustado por la intromisión e insistencia, exclamó:
-"Ciertamente vosotras sois como las compañeras del Profeta José u". (Alusión a las mujeres que se complotaron para tentarlo).
-Y repitió por tercera vez:
¡Ordenadle a Abu Bakr dirigir la oración!.
6- "QUIEN ADORABA A MUHAMMAD, CIER-TAMENTE MUHAMMAD HA MUERTO''
Llegó Abu Bakr t a la mezquita del Profeta ﷺ y supo de la triste noticia… acababa de morir quien era la luz que colmaba la vida de los musulmanes; hasta Omar Ibn Al-Jattab t el fuerte, el duro, erguido entre la gente con su sable en mano proclamaba:
-Hombres: Entre los hipócritas hay quienes pretenden afirmar que el Mensajero de Alá ha muerto, ¡por Alá, que no es así! Se ha dirigido a su Señor como lo hizo Musa Ibn Imrán (el Profeta Moisés, quien se ausentó de su pueblo cuarenta días y luego regresó tras hablar con su Señor). Por Alá que regresará, y cortará las manos de quienes dicen que ha muerto.
Abu Bakr t, sufrió el dolor y la tristeza por el fallecimiento, pues se trataba de su amigo de la infancia, su compañero desde los primeros días de la revelación. Ingresó a la mezquita y escuchó a Omar t dirigirse a la gente. Con pasos decididos entró a la casa del Profeta ﷺ y lo vio, cubierto con un manto, descubrió su rostro, lo besó y le dijo:
¡Tú! Por quien habría ofrecido como pago para rescatarte, a mi padre y a mi madre, fuiste bueno en la vida y también en la muerte. Por cierto que la muerte que Alá había escrito para ti, se ha cumplido.
Luego cubrió con el manto el rostro del Mensajero t y salió hacia la mezquita.
Omar t, continuaba hablando a la gente. Pidió Abu Baker t que guardara silencio pero éste se negó e intentó continuar, se adelantó Abu Bakr t..., glorificó a Alá, lo enalteció y luego exclamó:
-Si habéis estado adorando a Muhammad, sabed entonces que Muhammad ha muerto. Pero si, por el contrario, habéis estado adorando a Alá, tened la certeza de que Alá es El Viviente y no morirá jamás.
Recitando a continuación el siguiente versículo:
"Y no es Muhammad sino un Mensajero, antes del cual han pasado otros Mensajeros. ¿Si muriera o le mataran, ibais a volver atrás? Quien se vuelva atrás no causará ningún daño a Alá y El retribuirá a los agradecidos". (3:114).
El escuchar estas aleyas, comenzaron los musulmanes a retirarse del lugar, convencidos de que las palabras de Abu Bakr encerraban la inequívoca realidad.
7- EL DIA DE SAQIFA
Tras la muerte del Mensajero de Alá ﷺ, tuvo Abu Bakr t que atravesar situaciones que jamás hubiere imaginado; se congregaron un grupo de Sahabas de Medina (Ansar) en un lugar llamado Saqifa Bani Saada, proponiendo como candidato para asumir el Califato a un miembro de su tribu: Saad Ibn Ubada, jefe de Jazray (tribu de Medina).
Al enterarse Abu Bakr t se dirigió hacia Saqifa junto con Omar Ibn Al-Jattab y Abu Ubeida Ibn Al-Yarrah t. No era intención dirigirse para ser proclamado Califa, sino para detener la sedición y unificar a los musulmanes.
Demostró frente a la asamblea, basándose en una aleya del Sagrado Corán, que el Califato correspondía a la gente de Qureish y a los Emigrados de otros lugares. (No porque ellos eran de Qureish y Emigrados, sino porque la emigración tenía un lugar primordial en el Islam.)
Alá dice en el Corán:
"Alá quedó satisfecho de los primeros (musulmanes) de los Emigrados y luego de los socorredores (Ansar)". (9:100).
Luego, Abu Bakr t elogió a los Ansar, explicando su importancia en la expansión del Islam y agregó:
-¡Ansar! Vosotros no podéis recordar virtud alguna sin que seáis quien la posea
Inmediatamente propuso como Califa a Omar Ibn Al-Jattab o a Abu Obeida Ibn Al-Yarrah t diciendo:
- Por cierto que me complazco con cualquiera de estos dos hombres.
Pero Omar t exclamó:
¡Por Alá! Hubiera preferido que mi cuello fuese cortado siendo inocente, a ser elegido Califa de un pueblo en el que se encuentra Abu Bakr t. - De inmediato se apresuró, juró fidelidad a Abu Bakr t y así lo hicieron el resto de los musulmanes.
8 -EL JURAMENTO DE FIDELIDAD GENERAL Y LA DECLARACION DE LOS PRINCIPIOS BASICOS PARA LA NACION ISLÁMICA
Después del acontecimiento de Saqifa, se dirigió Abu Bakr t al mimbar del Mensajero de Alá ﷺ, subió solamente dos escalones y se sentó, no toleraría el mismo subir aún más y sentarse en el lugar donde lo hacía el Profeta ﷺ.
Dirigiéndose a la multitud, proclamó su pacto de compromiso, considerado el sistema básico para el establecimiento de la nación islámica, y pronunció su primer sermón (jutba) repleto de sabiduría, justicia y grandeza:
¡Oh, gentes! : Se me ha concedido la autoridad, pero no soy el mejor de vosotros. Si obro bien ayudadme y si obro mal corregidme.
Sabed, que el débil entre vosotros es considerado por mí poderoso, y sabed, también que el poderoso entre vosotros será considerado por mí débil, hasta garantizarle a ambos sus derechos.
Obedecedme en todo aquello que obedezca a Alá y a su Mensajero, pero sí les desobedezco, no me debéis obediencia alguna.
Aceptó Abu Bakr t el Califato sin desearlo, ni codiciarlo y fue veraz cuando exclamó:
¡Por Alá! No ambicioné el poder ni un solo día, ni noche, como tampoco le pedí a Alá, en público ni en secreto por ello.
9 - CON LOS RENEGADOS
Imaginaron muchos, cuyos corazones estaban enfermos de hipocresía, que al morir el Profeta ﷺ moriría con él el Islam. Renegaron de la fe e incitaron a la sedición interna en los albores del gobierno de Abu Bakr t
Estos renegados se dividían en dos grupos: unos, que rechazaban al Islam en su totalidad y otros, que renegaban del tercer pilar del Islam: el "Zakat".
Consultó Abu Bakr t a los Sahabas sobre este asunto.
Era la opinión de Omar Ibn Al-Jattab t y de algunos otros, en aplicar la tolerancia y la conciliación con el segundo grupo, a fin de acabar con la sedición. Pero Abu Bakr t insistió en combatir a la totalidad de los apóstatas expresando estas célebres palabras:
¡Por Alá! Si entregasen (por ejemplo), un trozo de una cuerda, por ínfimo que sea al Profeta, y a m me la negasen, los combatiría por ello.
Haciendo referencia a los que entregaban su Zakat en épocas del Profeta, y ahora durante su Califato se negaban a hacerlo.
Finalmente los combatió Abu Bakr t venciéndolos.
Al frente de este ejército victorioso se encontraba Jaled Ibn Al-Ualid t, uno de los más valerosos estrategas entre los musulmanes.
10 - EL EJÉRCITO DE USAMA
El Profeta ﷺ, había preparado en sus últimos días un ejército bajo las órdenes de Usama Ibn Zaid t para enviarlo a Siria.
El día que falleció el Enviado ﷺ, se encontraba éste ejército acampando a tres millas de Medina, listos para partir, suscitándose entre ellos el siguiente dilema:
Opinaba un grupo encabezado por Omar Ibn Al-Jattab t que enviar al ejército de Usama constituía un gran peligro, porque también se encontraba la ciudad de Medina amenazada de guerra por los renegados.
Usama compartía dicha opinión.
Pero Abu Bakr t apoyó esta decisión con su enorme fe y no dio lugar a reflexión alguna sobre un asunto el cual había ya resuelto previamente el Enviado de Alá ﷺ y dijo:
- Que el ejército sea enviado, tal lo ordenado por el Profeta ﷺ y aunque corriera el riesgo de ser devorado por los lobos, jamás discutiría una decisión tomada por él
Luego de esta resolución, Omar t y un grupo de musulmanes, solicitaron a Abu Bakr t que escogiese otro jefe para este ejército, ya que Usama era demasiado joven y de limitada experiencia, estando estas tropas formadas por grandes Sahabas y expertos en combate.
Al escuchar esto, Abu Bakr t se incorporó inmediatamente de su lugar y dirigiéndose a Omar t le dijo:
¡Ay de ti, Ibn Al-Jattab! ¡El Profeta de Alá lo eligió, y tú me pides que lo destituya!.
Después de esto, se dirigió el Califa junto a Omar t al lugar donde se encontraba el ejército, y les ordenó partir bajo la protección de Alá.
Abu Bakr t partió junto a ellos para despedirles.
Se encontraba caminando junto a Usama t, quien iba montado sobre su caballo, al percatarse este, sintió vergüenza, e intentó descender del animal para que el Califa lo montase, pero éste le dijo:
¡Por Alá! ¡Tú no desmontarás ni yo lo montaré! Qué hay de malo en que ensucie mis pies con el polvo, transitado por la causa de Alá.
Luego aconsejó a Usama y a su ejército (siendo estas palabras consideradas el ejemplo más alto de educación islámica y de conducción militar) diciéndoles:
No traicionéis ni engañéis, no cometáis actos reprobables, ni mutiléis, no matéis niños, ancianos ni mujeres; no destruyáis ni dañéis las palmeras y tampoco las queméis. No cortéis árboles frutales, no degolléis corderos, vacas ni camellos. Pasaréis por pueblos que acostumbran recluirse en sus conventos, invitadlos al Islam, pero no los obliguéis a retirarse de allí.
¡Partid! En el nombre de Alá.
La misericordia y complacencia de Alá sea con Abu Bakr t.
OMAR IBN AL-JATTAB
(Alá se complazca con él)
1- “Alá ha puesto la verdad en la lengua y en el corazón de Omar"- Hadiz
Su nombre era Omar Ibn Al-Jattab Ibn Nafil Ibn Abdul-Uzza, estaba emparentado con el Profeta de Alá ﷺ a través de Kaab Ibn Lua. Pertenecía a la tribu de Qureish llamada Bani 'Ada.
Cuando Omar t abrazó al Islam, el Enviado de Alá ﷺ lo apodó: "AL Faruq" (quien distingue el bien del mal, y la verdad, de la mentira) y el día de la batalla de Badr lo apodó: Abu Hafs (hijo del león)-
Nació Omar Ibn Al-Jattab t trece años después del Profeta ﷺ y vivió también trece años después de la muerte del Mensajero ﷺ, murió (como mártir) a los sesenta y tres años, tal la edad del Enviado ﷺ y la de su compañero Abu Bakr t, siendo sepultado junto a ellos.-
Desde pequeño le inculcaron la valentía, la pujanza, y la audacia. Fue un hombre fuerte que jamás temió de nadie, tal como lo describieron:
- Si habla se hace escuchar, si camina lo hace rápidamente, y si golpea lastima
Omar t fue arrogante durante su incredulidad y hombre prominente en el Islam.
2 - LA ISLAMIZACIÓN DE OMAR
Conocía el Enviado de Alá ﷺ la personalidad de Omar t y la magnitud de su fuerza, como también, el prestigio y la influencia que gozaba Abu Yahl (Amru Ibn Hisham). Por esto pidió a Alá, glorificado sea, que fortaleciera al Islam con quién más amara de estos dos hombres: Omar Ibn Al-Jattab o Amru Ibn Hisham. Y quiso Alá socorrer al Islam con el más amado para Él: Omar Ibn Al-Jattab t-
En una ocasión, salió Omar de su casa con su espada (siendo hasta entonces, uno de los enemigos más acérrimos del Islam), en dirección de Dar Al-Arqam - casa, sobre la colina de Safa, en las inmediaciones de la Kaaba- donde se encontraba el Enviado ﷺ y un grupo de sus compañeros, entre ellos: Hamsa, Alí y Abu Bakr, recordando y adorando a su Señor en secreto, temerosos del daño que pudieran causarles los incrédulos. En su camino encontró a Na'im Ibn Abdullah, quien observando la furia en su rostro, se acercó temeroso y le preguntó:
- ¿Hacia dónde te diriges Omar?
- En busca de aquel renegado que dividió a los Qureishíes e insultó a sus dioses, lo mataré -
-Na'ím: - ¡Qué mísera será la obra que realizarás, Omar! –
-Omar: - ¿Acaso has renegado tú también? Si lo has hecho, juro por Al-lat y Al-Uzza (dos divinidades árabes pre-islámicas) que empezaré por ti –
-Na'ím:- Házlo Omar, pero debes saber que tu hermana Fátima Bint Al-Jattab y su esposo Sa'id Ibn Zeid han abrazado al Islam, abandonando tu religión
Acrecentó esto, aún más su furia, y de inmediato cambió de dirección. Al llegar, a casa de su hermana, esta se encontraba con su esposo y con Jabbab Ibn Al-Arat. Tenían en sus manos un pliego con aleyas del Corán, que recitaban y estudiaban. Al advertir su presencia, Jabbab se ocultó temeroso, mientras Fátima y su esposo lo recibían en la puerta, ocultando ella, los pliegos con las aleyas.-
- Dijo Omar: - ¿Qué es aquello que escuché? –
- Nada, solo una íntima discusión -.
- Omar: - escuché que habéis renegado de nuestra religión"…-
- Dijo Sa'id: - ¿Acaso no pensaste, que la verdad puede estar fuera de tu religión? -
Sin dejarlo concluir, Omar se abalanzó sobre él, derribándolo y sentándose sobre su pecho; intentó su hermana acercarse para defenderlo, recibiendo un golpe que hizo sangrar su rostro y sollozando gritó:
- ¡Enemigo de Alá! Me golpeas por mi fe en el Alá único; lo que no había hecho hasta ahora lo haré en este momento, atestiguo que no hay otra divinidad salvo Alá y atestiguo que Muhammad es su Mensajero -.
Impresionaron intensamente estas palabras, llenas de luz y de fe, en el corazón de Omar. Cambió incluso con ella su tono de voz, liberando súbitamente a Sa'id de su incomoda posición y extendiendo su mano hacia su hermana le dijo:
Acércame ese pliego para ver qué hay en él. Esta respondió:
-¡No! ¡No pueden tocar al Corán sino los purificados! Higienízate y purifícate -. Omar así lo hizo, regresó junto a su hermana y comenzó a leer el pliego que decía:
“En el nombre de Alá, Clemente, Misericordioso Ta, Ha, No te hemos revelado el Corán para que te entristezca si no, como recuerdo para quien tiene temor de Alá. Como revelación de quien ha creado la tierra y los altos cielos. El Compasivo se ha establecido en el Trono. Suyo es lo que está en los cielos y en la tierra, entre ellos y bajo la tierra. No es preciso que te expreses en voz alta, pues Él conoce lo secreto y aún lo más recóndito ¡Alá! No hay más dios que Él. Posee los nombres más bellos". (20:1- 8)
Al concluir su lectura, tomó Omar el pliego y lo besó. Se incorporó y dijo: -
Cuanta belleza hay en estas palabras y cuán sublime es su mensaje...No es pertinente que, a quien correspondan estas aleyas, le sea asociado en su adoración.... ¡Guiadme ante Muhammad!
Al escuchar estas palabras, Jabbab Ibn Al-Arat t salió de su escondite y dirigiéndose a él, exclamó:
- Alégrate Omar, pues el ruego del Enviado de Alá por ti, fue respondido-.
Esto ocurrió en el quinto año de la revelación.-
Tomó Omar t el camino hacia la colina de Safa donde se encontraba Dar Al-Arqam y allí, frente al Enviado de Alá atestiguó:
“No hay más divinidad que Alá y que Muhammad es su Mensajero".-
Omar el enemigo acérrimo, se convirtió en Omar Al Faruq, ingresando a la religión del Islam. Los allí presentes exclamaron al unísono: Allahu Akbar (Alá es el más grande), hasta escucharse esta invocación en toda La Meca.
3 - EL CALIFATO DE OMAR
Abu Bakr t, el día de Saqifa, en que asumió el Califato, extendió su mano derecha a Omar, t diciéndole:
-¡Dame tu mano Omar t para jurarte fidelidad! -.
Él contestó: -A ti te juraremos fidelidad, pues eres mejor que yo -.
-Abu Bakr t respondió: - Tú eres más fuerte que yo -.
Omar t contestó: - Por cierto que mi fortaleza es para ayudarte.-
Al contraer Abu Bakr t la enfermedad que posteriormente lo llevaría a la muerte, reunió a algunos de los Sahabas más importantes y les consultó sobre el posible nombramiento de Omar t como Califa de los musulmanes. Todos aceptaron, razón que lo alegró enormemente.
Abu Bakr t comprometió a Omar t haciéndole firmar un pacto por el que asumiría el Califato luego de su muerte.
Así, asumió Omar Ibn Al-Jattab t sin desearlo, de no haber sido por su temor a Alá y a ser preguntado el Día del Juicio (por haberse rehusado a aceptar el Califato), Omar lo hubiese rechazado y huido de él.
4 - INDICIOS ACERCA DE LA GRANDEZA DE OMAR
Omar Ibn Al-Jattab t, el Emir de los creyentes, luego del Mensajero de Alá ﷺ y de Abu Bakr t, fue un personaje relevante por su conducta y personalidad.
Omar "Al-Faruq" se educó bajo las enseñanzas del Profeta ﷺ. Cuando creyó en Alá y en su Mensajero lo hizo con la fe de los sabios piadosos.
Era temido hasta por el más fuerte, mostraba firmeza, audacia y severidad. En una ocasión, al encontrarse frente a la muerte, pidió a su hijo:
- ¡Abdallah! Retira mi cabeza de la almohada y apóyala sobre la tierra, quizás así Alá, El Altísimo, se digne mirarme y tenga compasión por mí -.
Y le encomendó:
Dirígete a Aisha t madre de los creyentes, y preséntale los saludos en nombre de Omar t, no menciones "El emir de los creyentes", pues a partir de hoy ya no lo soy. Dile que Omar Ibn Al-Jattab pide su permiso para ser sepultado junto a sus dos compañeros, el Profeta Muhammad ﷺ y Abu Bakr t.
Transmitió Abdallah t el pedido de su padre a Aisha t, ella contestó:
Había reservado este lugar para mí, pero hoy prefiero que Omar t lo ocupe.-
Al regresar ante su padre, Abdallah t manifestó lo dicho por Aisha t diciéndole:
-¡Emir de los creyentes!, será como tú lo deseas, ella otorga su permiso
-Exclamó Omar t:
-¡Glorificado sea Alá! No deseaba nada más que esto.-
Luego, indicó a su hijo que tras su muerte, volviera a asegurarse del consentimiento de Aisha t.
Abdallah t así lo hizo, y el Califa Omar Ibn Al-Jattab t fue sepultado junto a ellos dos.-
Al encontrarse con algún niño en las calles de Medina, tomando sus manos les decía:
- Ruega a Alá por mí, pues tú, todavía no tienes pecados -.
Decía esto, pues según la fe islámica, todos los niños nacen en estado de pureza (Fitra), y no tienen pecados heredados de sus antepasados.
Por todo esto Omar t, quien se consideraba una persona con gran cantidad de faltas, debido a su responsabilidad por conducir la nación islámica, pedía de los niños, que rogasen a Alá por él.
5 - NO POSEO MAS QUE ESTA CAMISA…
Se retrasó Omar Ibn Al-Jattab t un día viernes al sermón (jutba) que debía pronunciar ante los fieles. Al llegar, lo hizo apresurado vistiendo una capa con muchos remiendos, llevando debajo, una túnica todavía húmeda. Al subir al mimbar, se disculpó ante los fieles diciendo:
- Me retuvo esta camisa, pues debí aguardar que se secara, ya que otra no poseo.-.
6 - OMAR CUIDA DE LOS HUESPEDES DE MEDINA Y SE CONMUEVE POR EL LLANTO DE UN NIÑO
Arribaron a Medina, comerciantes que acamparon en las inmediaciones de la ciudad. Al saber de su presencia, salió Omar Ibn Al-Jattab y Abdur Rahman Ibn Auf t a recibirlos. Al llegar muy tarde, observaron a sus integrantes dormidos, por lo que escogieron un lugar para descansar.
Dijo Omar t:
- Pasaremos el resto de la noche aquí, velando por nuestros huéspedes.
Al escuchar el llanto de un niño, Omar t se dirigió presuroso, temeroso que su llanto despertase a los huéspedes. Al acercarse le dijo a su madre:
- Teme a Alá, y amamanta a tu niño -
Regresó a su lugar, pero nuevamente el pequeño comenzó a llorar, retornó y dijo otra vez a su madre:
- Te dije que temas a Alá y amamantes a tu niño -
Una vez más retornó a su sitio y, sin siquiera acomodarse, el llanto del niño volvió a estremecerlo. Se dirigió Omar t entonces hacia la madre y le dijo:
-¡Ay de ti! No veo, sino una pésima madre. ¿Qué tiene tu hijo?
Dijo ella, sin saber que hablaba con el Califa:
-¡Siervo de Alá! Me has ofendido. Yo trato de destetar a mi hijo, pero él se niega-.
- Omar: - ¿Y porqué lo destetas? -.
- Ella contestó: - El Califa no subvenciona sino a niños destetados. (En aquella época los Califas asignaban una cantidad de alimentos en forma mensual o semanal a cada familia humilde, según el número de niños destetados que tuviesen). Estos bienes eran tomados del Tesoro Común de los musulmanes (Baitul Mal) originados por la contribución social, -el Zakat-, y de donaciones voluntarias -
- Omar respondió - ¿Y cuál es su edad? -.
- Solo tiene algunos meses -.
-¡No lo hagas!, clamó Omar -
Relató Abdur Rahman Ibn Auf t que Omar dirigió la oración del alba, no pudiendo, quienes orábamos detrás de él, entender que recitaba debido a su llanto. Al culminar les dijo:
- ¡Que desgracia la mía! Cuántos niños musulmanes habrán muerto -
Inmediatamente ordenó que se informase por las calles de Medina:
- "No destetéis a vuestros niños, pues subvencionaremos con los bienes del Tesoro Común a todo hijo de musulmán" -.
Y ordenó la misma proclama, para todas las provincias de la nación Islámica
7 - EJEMPLO DEL RESPETO POR LA LIBRE EXPRESIÓN
En una ocasión el Califa, subió al mimbar para dirigirse a los musulmanes, e informarles sobre un asunto de suma importancia. Comenzó su sermón (jutba) diciendo: - Alabado sea Alá, la paz y las bendiciones de Alá sean con su siervo y Mensajero. ¡Escuchad!, Alá sea misericordioso con vosotros.
Uno de los musulmanes presentes interrumpió sus palabras diciendo:
¡Por Alá que no escucharemos nada de ti!-
Entonces Omar t preguntó: - ¿Por qué no me escucharán?
Respondió el hombre:
- Porque te has otorgado privilegios por sobre nosotros en esta vida. Nos diste a cada uno una capa, y en cambio tú tomaste dos.-
- Mirando Omar t a los musulmanes, dijo:
¿Dónde se encuentra mi hijo Abdallah?
Este, se puso de pie y respondió: - ¡Aquí estoy! Emir de los creyentes.
-Omar: - ¿Quién ha tomado la segunda capa? -
-Abdallah: - ¡Yo! Emir de los creyentes -
Dirigiéndose Omar t al hombre disconforme y a los musulmanes, les dijo:
- Saben ustedes que soy un hombre alto y de talla grande, sin embargo me ha tocado una capa corta, por lo que mi hijo Abdallah, me ha dado la suya y con ella, alargué la mía -
Entonces el hombre dijo:
- ¡Alabado sea Alá, ahora te escuchamos Emir de los creyentes!.
8 - UN EJEMPLO DE LA VERDAD Y LA JUSTICIA
Cierta vez, Omar dijo a Al-Abbas t, tío del Profeta: - Escuché decir al enviado de Alá ﷺ antes de su muerte, que deseaba ampliar la mezquita, y por cierto que tu casa está muy próxima a ella. Entréganos tu casa y con ella ampliaremos la mezquita; te daremos a cambio, otra más amplia -
Al-Abbas t contestó: - No lo haré -.
- Entonces la expropiaré, dijo Omar -.
- Al-Abbas t: - No tienes ese derecho, nombra a alguien que arbitre entre nosotros con la verdad-
- Omar: - ¿A quien eliges? -.
- Respondió Al-Abbas: - A Hudeifa Ibn Al-Iamán t (conocido sabio entre los Sahabas)-.
Ambos se dirigieron hacia Hudeifa t, y relataron la discrepancia que existía entre ambos. Luego de escuchar atentamente sus alegatos dijo:
Escuché que el Profeta David u quiso ampliar la mezquita de Jerusalén (Baitul Maqdis), encontrando cerca de ella una casa que pertenecía a un huérfano. Al solicitársela, éste se negó, por lo que David u decidió tomarla por la fuerza, entonces Alá El Altísimo, le reveló:
"Por cierto que la casa más distanciada de la injusticia, debe ser la casa de Alá"...
David u devolvió la casa a su dueño -
Dirigió Al-Abbas t su mirada hacia Omar t y dijo:
- ¿Todavía quieres tomar mi casa por la fuerza? -
- Dijo Omar: - ¡No! -
- Contestó Al-Abbas: - Entonces, te daré mi casa para que amplíes la mezquita del Mensajero de Alá ﷺ -
Con este ejemplo y con su actitud, quiso Al-Abbas t demostrar al Califa Omar t sus límites como gobernante.-
9 - ¿por que esclavizáis a los hombres, siendo que sus madres les han parido libres?
Preguntó un joven egipcio a Omar t:
¡Emir de los creyentes! ¿Es este un buen sitio para buscar tu amparo?
De inmediato Omar t lo interrogó acerca de su inquietud. Supo que Muhammad Ibn Amer Ibn Al-As (hijo del libertador y gobernador de Egipto) después de haber perdido una competencia frente a él, al castigarlo le dijo:
¡Toma! Pues soy el hijo del hombre más respetado -.
Al oír esto, Omar t ordenó a un emisario llamar a Amer Ibn Al-As y a su hijo Muhammad.
Frente a ellos exclamó:
-¿Dónde está el joven egipcio?
- ¡Estoy aquí! Emir de los creyentes, respondió.
- Dijo Omar: - Toma esta vara y golpea al hijo del hombre más respetado - .
- Golpeó el egipcio a Muhammad, hasta hacerlo sangrar.
- Repitió Omar t:
- Pégale al hijo del hombre más respetado, y agregó:
- ¡Golpea también la cabeza calva de Amer, pues, por Alá! Te golpeó valiéndose de la autoridad de él -.
- Contestó el joven:
- ¡Por Alá! Emir de los creyentes, ya obtuve mi derecho, golpeé a quien me había golpeado -
- Dijo Omar: Si le golpearas más, nadie te lo impediría, hasta que fueras tú el que dejara de hacerlo -
Dirigiéndose a Amer Ibn Al-As, le dijo:
- No esclavicéis a los hombres, sus madres los han parido libres -.
10 - LOS PECADOS DE NUESTRO EJÉRCITO SON MAS PELIGROSOS QUE EL ENEMIGOS
Escribió Omar t a su Compañero, Sa'ad Ibn Abi Uaqqas t y a quienes se encontraban con él formando parte del ejército que luchaba en Irak - Por cierto que ordeno a tus soldados y a ti, ser temerosos de Alá, por encima de cualquier situación, pues el temor a Alá es la mejor arma contra los enemigos y la estrategia más poderosa. Les ordeno, el cuidado extremo de no cometer pecados, y de estar prevenidos de vuestros enemigos. Por cierto que los pecados del ejército son más peligrosos para vosotros que el enemigo (pues estos pecados los llevan a perder el favor y protección de Alá, Todopoderoso).
Ciertamente los musulmanes vencen, por la desobediencia a Alá que cometen sus enemigos, de no ser por esto, no seríamos superiores a ellos, pues nuestras fuerzas son menores.
Y si nos igualamos en la desobediencia a Alá, ellos nos superan en número de combatientes y variedad de armamentos.
Si no vencemos por la ayuda y protección divina, no lograremos vencerlos con nuestro poderío.
Sabed que, junto a vosotros se encuentran los ángeles de Alá que registran cuánto hagáis, tened vergüenza de ellos y no desobedezcáis a Alá, pues estáis en Su causa-
Compartió con el Mensajero de Alá muchas batallas, como las de Badr, Uhud y Hunein. En Badr, tras una victoria contundente; el Profeta le consultó que hacer con los prisioneros, Omar t contestó:
Te han combatido y te han expulsado, debes deshacerte de ellos'.-
Contestó el Mensajero, tú eres como el Profeta Noé u quién dijo:
"Señor mío, no dejes sobre la tierra rastros de los incrédulos. Si tú los dejas confundirán a tu pueblo y no engendrarán más que libertinos e incrédulos" (71:26-27)
Combatió Omar t hombro con hombro en la batalla de Uhud junto al Mensajero ﷺ, protegiéndolo en una ocasión con su cuerpo y escudo ante un ataque enemigo.-
Estableció la "era de la Hégira" (considerado este calendario, uno de los mayores acontecimientos islámicos, pues indica el comienzo de la emigración del Mensajero a Medina)
Fueron muchas las concordancias entre las revelaciones del Sagrado Corán y las inquietudes de Omar t, por ejemplo: La prohibición de bebidas alcohólicas, la de los prisioneros de guerra, etc.
Que la misericordia de Alá, sea con Omar
'UZMÁN IBN AFFÁN
(Alá se complazca de él)
1- "'Uzmán, es quién más pudor tiene en toda mi nación". Hadiz
Su nombre era 'Uzmán Ibn Affan Ibn Abi Al-As Ibn Umaia.
Estaba emparentado con el Mensajero de Alá ﷺ por su abuelo paterno Abdu Manaf.
Nació 'Uzmán t en Taif, ciudad ubicada sobre las montañas, cercana a La Meca, cinco años después del nacimiento del Profeta ﷺ. Por haber sido su padre un imprtante comerciante de Qureish, heredó de él una enorme fortuna, con la que inició sus propios negocios, hasta llegar a convertirse en uno de los comerciantes más ricos, antes y después de aceptar el Islam.
Conoció 'Uzmán t el Islam a través de su amigo Abu Bakr t y se contó entre los primeros en abrazar su fe.
Fue muy apreciado por el Enviado de Alá ﷺ.
Se casó con la hija del Mensajero ﷺ llamada Ruqaia t y al fallecer ésta, se casó con su otra hija Um Kulzum t. Tras el fallecimiento de esta última, se disculpó el Profeta de Alá ﷺ con él, por no tener otra hija con quien casarlo, diciendo:
"Si tuviese una tercera la casaría inmediatamente contigo".
Y en otra oportunidad dijo ﷺ:
"Si tuviese cuarenta hijas las casaría, una tras otra, con 'Uzmán".
Fue muy apreciado por el Enviado de Alá ﷺ, y fue llamado a causa de este parentesco "El de las dos luces"(Dun-Nurein).
2 - Un hombre del que los ángeles se avergüenzan de él
Fue 'Uzmán t, afable y de buenos principios, extremo en la tolerancia, de mucho pudor, siendo este pudor lo que prevalecía sobre todos los aspectos de su personalidad.
Llegó 'Uzmán t a tal grado en su recato, que fue elogiado por el Mensajero de Alá ﷺ de esta manera:
"'Uzmán, es quien más pudor tiene en toda mi nación".
Entre las historias que revelan el gran recato de 'Uzmán t está el relato de la Madre de los creyentes Aisha t:
Solicitó un día Abu Bakr t permiso para ingresar y ver al Mensajero de Alá ﷺ quien, se hallaba recostado.
Al ser autorizado, entró, conversó con él unos instantes, y luego se retiró. Sin que transcurriera mucho tiempo llegó Omar t, quien al solicitar permiso para entrar y serle concedido, se sentó junto al Mensajero de Alá ﷺ y más tarde se marchó. Coincidió que luego de ellos, llegó 'Uzmán t, quien solicitó permiso para entrar, al escuchar su voz el Profeta ﷺ, se sentó luego de haber estado recostado.
Permaneció 'Uzmán t junto al el Mensajero ﷺ un rato y luego se retiró. Al marcharse, Aisha t comentó:
¡Mensajero de Alá! No vi que te alistases para recibir a Abu Bakr ni a Omar, como te alistaste para recibir a 'Uzmán -
-Dijo el Mensajero ﷺ:
"Ciertamente 'Uzmán tiene mucho pudor, y si al autorizarle el ingreso hubiese estado recostado, se hubiese avergonzado al entrar y se habría marchado sin haber satisfecho la necesidad por la que vino. ¡Aisha! Acaso no he de tener vergüenza de quien los ángeles se avergüenzan de él"
Así era el recato de 'Uzmán t innato en él, sin apartarse de su vida un solo instante. Solía ser elogiado por el Profeta ﷺ quien decía:
• El más misericordioso de mi nación: Abu Bakr.
• El más estricto en la religión de Alá: Omar.
• El de mayor pudor: 'Uzmán.
3 - El primero en emigrar por la causa de Alá
Al intensificarse la persecución y el maltrato que ejercía Qureish sobre el Profeta ﷺ y sus compañeros, soportó 'Uzmán t el castigo y el odio, por ser uno de los primeros en creer en el Islam.
Se encargó de castigarlo su tío Al-Hakam Ibn Abi Al-As, quien amarrándolo le gritaba:
¿Acaso abandonas la religión de tus padres por una innovadora?
¡Por Alá que jamás aflojaré tus ataduras hasta que abandones esa religión en la que crees!
Pero 'Uzmán soportando el castigo que le infligía su tío, contestaba con fe y firmeza:
¡No abandonaré jamás la religión de Alá y no me apartaré de ella!
Al incrementarse el número de musulmanes y volverse esta persecución cada vez más hostil, ordenó el Enviado de Alá ﷺ a sus Compañeros que emigrasen a Abisinia diciéndoles:
"Dirigíos a la tierra de Abisinia, ella es gobernada por un rey justo y la verdad prevalece en su reino, hasta que Alá les otorgue un lugar donde podáis adorarlo con tranquilidad y establecer una comunidad islámica".
Fue 'Uzmán t el primero en emigrar a Abisinia, y con él su esposa Ruqaia, hija del Mensajero de Alá ﷺ.
Quién al despedirlos, dijo:
"Por cierto que ellos dos, son los primeros que emigran por la causa de Alá, después de haberlo hecho el Profeta Lot".
4 - Historias sobre su altruismo y generosidad
Al emigrar el Enviado de Alá ﷺ y sus compañeros a Medina, fueron sorprendidos por la escasez de agua. Se dirigieron a un pozo perteneciente a un judío que vendía la cantimplora al precio de un "mud" (medida equivalente a 2,5 Kg. aprox. de trigo).
Expresó el Profeta ﷺ su deseo de que, alguno de los musulmanes lo comprase y lo destinase a sus hermanos en la fe. Al escuchar esto 'Uzmán t se apresuró y compró el pozo a veinte mil dirham, donándolo para que los musulmanes bebieran de su agua libremente.
Cuando dispuso el Enviado de Alá ﷺ ampliar su mezquita con la compra de una parcela colindante a ella, 'Uzmán t se dirigió hacia sus dueños y la compró, pagando por ella veinticinco mil dirham.
Entre sus destacadas actuaciones como Califa, cabe mencionar que 'Uzmán t tuvo a su cargo una de las más importantes ampliaciones de la mezquita del Profeta, embelleciéndola y equipándola con lo mejor de la época.
Al decidir el Profeta ﷺ combatir a los bizantinos, las fuerzas musulmanas se encontraban en una difícil y estrecha situación económica, además por ser verano, una estación extremadamente calurosa, estas fuerzas fueron llamadas "el ejército de la dificultad".
Contempló el Enviado de Alá ﷺ las filas y dijo:
"Quien dé provisiones a este ejército, Alá le perdonará sus pecados".
Fue 'Uzmán t el primero en responder a esta convocatoria, aprovisionó a todo el ejército, entregando novecientos cuarenta camellos y sesenta caballos.
En una oportunidad, una terrible sequía azotó a los musulmanes, durante el Califato de Abu Bakr As Siddiq t quien dijo:
Si Alá quiere, mañana antes del ocaso El Altísimo nos dará una salida.
Al amanecer del día siguiente arribó a Medina la caravana perteneciente a 'Uzmán t proveniente de Siria, con mil camellos cargados de trigo, aceite, pasas de uva, deteniéndose frente a la casa de 'Uzmán t. Se congregaron los comerciantes pidiéndole que les vendiese sus mercancías.
Preguntó 'Uzmán t: - ¿Cuánto me ofrecéis de ganancia?
Dijeron: El veinte por ciento.
Dijo: Me fue ofrecido más.
Dijeron: El cincuenta por ciento.
'Uzmán: Me fue ofrecido más aún.
Dijeron: ¿Y quien es el que te ha ofrecido más? ¿Si somos nosotros los comerciantes de la ciudad?
Dijo: Ciertamente Alá me ha ofrecido el mil por ciento. ¿Acaso hay entre vosotros quienes me ofrezcan más?
Desencantados, los comerciantes comenzaron a alejarse, entonces dijo:
¡Señor mío! La entrego a los pobres y necesitados de Medina sin esperar otra cosa a cambio, que Tu recompensa.
5 - Embajador del Mensajero de Alá
En el año de Hudeibía el Profeta ﷺ decidió enviar a Omar Ibn Al-Jattab t a La Meca para que informase a los jefes de Qureish sobre su llegada; Omar t objetó diciendo:
¡Mensajero de Alá! Temo por mi seguridad, no hay nadie de mi tribu en La Meca que pueda protegerme, por cierto que los de Qureish bien conocen mi enemistad con ellos. Puedo indicarte un hombre más apreciado por ellos para esta misión: 'Uzmán Ibn Affan.
Convocó el Profeta ﷺ a 'Uzmán t y lo envió para comunicar a los jefes de Qureish que él, no iría para combatirlos, sino para visitar la Casa Sagrada y realizar "al- Umra" ó peregrinación menor.
Después de aceptar la proposición del Profeta, 'Uzmán partió hacia La Meca, encontrando en las afueras de la cuidad a Abán, el hijo de Sa'id Ibn Al-As, quién le brindó ayuda y protección durante su misión.
Se reunió 'Uzmán t con los jefes de Qureish, les transmitió su mensaje, y obtuvo como respuesta:
Si deseas circunvalar alrededor de la Kaaba, házlo.
'Uzmán les respondió:
Hemos venido todos para honrar la antigua casa de Alá y sacrificar el ganado que hemos traído como ofrenda. No quisiera circunvalarla antes de que lo haga el propio Enviado de Alá- No lo haré hasta que lo haga el Mensajero.
Debido a esta actitud fue hecho prisionero.
Al demorar más de lo previsto las conversaciones, comenzaron los musulmanes a mostrar inquietud pensando en la suerte corrida por 'Uzmán, sobre todo después de que se extendiera el rumor que había sido asesinado. Esto hizo entristecer enormemente a todos los musulmanes, percatándose de la traición de Qureish con un hombre, que llegó a ellos en misión de paz, además de ocurrir en un mes y lugar, considerados sagrados.
Al escuchar el Mensajero de Alá ﷺ la noticia exclamó:
No abandonaremos nuestra posición, sino luego de combatirlos.
Congregó bajo la sombra de un árbol de aquel valle a sus Compañeros, todos juraron fidelidad y luchar hasta la muerte. Esto se denominó:
"El juramento de la complacencia"(Baiatu Riduan).
Por este motivo reveló el Altísimo:
"Alá ha estado satisfecho de los creyentes cuando estos te juraron fidelidad al pie del árbol. Él sabía lo que sus corazones encerraban e hizo descender sobre ellos el sosiego, prometiéndoles como recompensa, un éxito cercano". (48:18)
Más tarde, descubrieron la mentira sobre la noticia de su muerte. Retornando 'Uzmán t, luego de un tiempo al campamento de los creyentes, quienes habían demostrado su fortaleza, sacrificio y amor por el Mensajero de Alá ﷺ y su noble causa. A pesar de este feliz desenlace, el compromiso de Al-Riduan ha constituido, desde entonces, una fehaciente prueba histórica de los sólidos lazos fraternales que unen a todos los musulmanes con su Profeta.
6 - El Califato de 'Uzmán
Omar Ibn Al-Jattab t ordenó que luego de su muerte, decidieran quien asumiría el Califato.
En una asamblea compuesta por:
'Uzmán Ibn Affan, Ali Ibn Abi Taleb, Talha Ibn Ubaidullah, AzZubeir Ibn Al-Auam, Saad Ibn Abi Uaqqas y Abdurrahman Ibn Auf t. (Seis de los Compañeros, a quienes el Profeta ﷺ les había albriciado con el Paraíso en vida.
Sin embargo, algunos de los Sahabas insistieron en que Omar t eligiese él mismo al próximo Califa, pero éste se negó, diciendo:
¿Acaso he de cargar vuestros asuntos estando vivo y también después de la muerte?
Podría nombrar un sucesor, como lo hizo quién era mejor que yo (Abu Bakr), y también podría, dejar el asunto en manos de los musulmanes como lo dejó quien fuera mejor que yo, el Mensajero de Alá
Luego dirigió estas palabras, a quienes participaban en la asamblea (Shura):
Cuando muera consúltense mutuamente durante tres días, pero que no os sobrevenga el cuarto, sin que hayan elegido el Califa de entre vosotros.
Por temor a Alá y por su piedad, Omar t no nombró como participante de la asamblea a su primo Said Ibn Zaid Ibn Amr Ibn Nafil t. Omar temía que éste fuese elegido por el respeto y consideración que tenían por el Califa. Por esto no lo nombró como integrante, a pesar de ser uno los que se le habría albriciado con el paraíso en vida.
También aconsejó Omar t a los miembros de la Shura diciéndoles:
Os dejo a mi hijo Abdullah para que lo consultéis en caso de necesidad, pero no para ser elegido.
Así, se reunieron luego de la muerte de Omar siendo elegido 'Uzmán Ibn Affan t como tercer Califa. Se aprestaron los musulmanes a jurarle fidelidad, siendo el primero en hacerlo de ellos, Ali Ibn Abi Talib t.
7 - 'Uzmán, recopila el Corán
Durante el Califato de Abu Bakr , y por consejo de Omar Ibn Al-Jattab t estableció el Califa que se recopilara el Corán en un solo libro; y confió la supervisión de esta obra majestuosa al ilustre Sahabi, Zaid Ibn Zabit t.
Este era sin duda, el más indicado para hacerlo, por ser quien memorizaba el Corán en su totalidad y por ser uno de los escribas que más tiempo había permanecido junto al Profeta ﷺ cuando recibía la revelación.
Cooperaron con Zaid Ibn Zabit t durante la recopilación, un gran número de memorizadores del Corán, y también quienes lo escribían al ser revelado. Fue tan cauto y minucioso en su recopilación, que no caben dudas de su certificación.
De esta manera, las aleyas que se encontraban en el corazón de los memorizadores, o las que estaban escritas sobre pieles, se condensaron en un solo libro, ordenándose las suras y aleyas.
Este ejemplar fue guardado por Abu Bakr t y luego de su muerte lo custodió Omar t.
Durante el Califato de Omar Ibn Al-Jattab t y posteriormente en el de 'Uzmán t la nación islámica comenzó a expandirse, por lo que el Sagrado Corán se convirtió en la legislación de una gran nación, que abarcaba un extenso territorio formado por numerosos pueblos, quienes poseían cada uno de ellos, un idioma y un coloquio particular, evidenciándose un peligro por las diferencias en su lectura, (presentando consigo discrepancias en su interpretación y aplicación).
Quien descubrió este peligro fue el Sahabi, Hudeifa Ibn Al-Iaman t durante una batalla, por lo que prestamente se dirigió al Califa y le dijo:
¡Emir de los creyentes! Advierte a esta nación antes que discrepen con su Libro, como lo hicieron quienes nos precedieron.
De inmediato ordenó 'Uzmán t a los Sahabas reunirse y les consultó sobre este importante tema. Ordenó que se escribiera el Corán en una sola tipografía para que coincidieran los musulmanes de esa época y para siempre, en una única forma de lectura. Le solicitó esto a Zaid Ibn Zabit t, quien era uno de los escribas de la revelación y recopilador del Mensaje en épocas de Abu Bakr.
Al completar esta magnífica labor, ordenó el Califa realizar varias copias y envió a cada provincia un ejemplar; convirtiéndose y conociéndose desde aquella época hasta nuestros días como "La copia de 'Uzmán".Fue ese primer Corán la base fundamental.-
Destacándo 'Uzmán t, por ser uno de los escribas durante la revelación del Sagrado Coran.-
Es importante mencionar aquí, que la expansión del Islam desde el Califato de Abu Bakr y el de Omar t se extendió con 'Uzmán t hasta abarcar gran parte de Asia y África.-
8.- descontento entre los musulmanes
Con las conquistas, comenzaron a incrementarse los bienes de algunos musulmanes, creándose dos grupos:
• El de los terratenientes, quienes compraban grandes extensiones de tierra y construían palacios, y
• El de gente humilde y disconforme con estos últimos, incluso expresando su desacuerdo con los gobernantes.
Fue Abu Dhar Al-Ghafari t quien inició una protesta contra estos ricos e invitó a apiadarse de los pobres, comenzando así las primeras reacciones populares en el Califato de 'Uzmán.
Abdallah Ibn Saba' quien abrazó al Islam de palabra pero no de corazón, comenzó con una difamación sistemática contra el Islam y su gobierno, encontrando en muchas provincias eco a su convocatoria, logrando crear un malestar generalizado, a expensas de la tolerancia del Califa 'Uzmán y su avanzada edad.
Coincidiendo con la peregrinación a la Kaaba, 'Uzmán t reunió a los responsables de las provincias analizando junto a ellos la situación por el malestar que reinaba, expresándole éstos, que no existían acusaciones y que eran absurdas las convocatorias.-
A la sombra de estos acontecimientos, los disidentes se trasladaron a Medina para entrevistarse con el Califa, discutiendo enérgicamente la política trazada. Posteriormente, asediaron su casa y lo atacaron, hasta darle muerte, a pesar de los intentos de defensa por parte de Al-Hasan, Al-Hussein, y Abdullah Ibn Az-Zubeir t.-
Es de destacar que, cuando fue asesinado el Califa 'Uzmán t, se encontraba leyendo el Sagrado Corán.-
9 – El legado de 'Uzmán
Al morir, como mártir, fueron resguardadas las pertenencias de 'Uzmán t, encontrándose un cofre que contenía un pliego en forma de testamento, que decía:
"En el nombre de Alá, Clemente, Misericordioso. 'Uzmán Ibn Affan, atestigua que no hay más divinidad salvo Alá, quien no tiene asociados, y atestigua que Muhammad es su Siervo y Mensajero. Que el paraíso es verdadero. Que Alá, resucitará a quienes están en las tumbas en un día innegable (el día del Juicio) Y que Alá no falta a su promesa. Según esta fe; he vivido y he muerto y, según esta fe seré resucitado, si Alá así lo desea".
Que Alá tenga misericordia de 'Uzmán y se complazca con él.
ALI IBN ABI TALIB
(Alá se complazca de él)
1 - “Tú eres mi hermano, en este mundo y en el otro".
Así le dijo el Profeta ﷺ a Alí Ibn Abi Talib t, cuando hermanó a los Emigrados (Muhayirún) y los Socorredores (Ansar)
Su nombre era Ali Ibn Abi Talib Ibn Abdul Muttalib Ibn Hashim, estaba vinculado al Mensajero de Alá ﷺ por su abuelo Abdul Muttalib, por lo tanto, era primo del Profeta Muhammad ﷺ.
Además Alí, estaba emparentado con el Profeta ﷺ a través de su madre Fátima Bint Asad Ibn Hashim.
Fue conocido como “Abul Hasan" y también fue apodado por el Mensajero de Alá ﷺ como “Abu Turab" (padre de la tierra) luego de hallarlo dormido en la mezquita, con su ropa cubierta de polvo. Se sentó el Profeta ﷺ junto a él, lo despertó al tiempo que quitaba el polvo de su espalda le dijo:
“Siéntate, por cierto tú eres desde ahora Abu Turab".
Por esto gustaba Ali t que le llamaran con ese apodo.
Nació Ali t en la ciudad de La Meca, y abrazó el Islam a los diez años, (cuando comenzó la revelación) emigrando a Medina a los veintitrés; contaba con treinta y tres años al fallecer el Profeta ﷺ y sesenta y tres cuando murió mártir.- Tenía la misma edad al morir, que el Profeta ﷺ y sus dos compañeros Abu Bakr y Omar t.
Su padre Abu Talib era uno de los jefes más prestigiosos de Qureish. Cuidó de Muhammad ﷺ cuando este quedó huérfano, llegando a quererlo como a sus propios hijos. Tuvo el mérito de haber defendido al Profeta ﷺ de los ataques de Qureish al comenzar la revelación.
Fue Abu Talib un hombre humilde y con muchos hijos, por lo que el Mensajero de Alá ﷺ decidió ayudarlo, eligiendo a Ali t para criarlo.
Creció Ali t en casa del Mensajero ﷺ adquiriendo allí gran sabiduría, nobleza de carácter, enriqueciéndose con un vocabulario virtuoso, destacándose por sus claras ideas. No se vinculó con las costumbres pre-islámica (yahilía), al no prosternarse jamás ante un ídolo.
2 - Su conversión al Islam
Al iniciar el Profeta ﷺ su misión, fue Ali t el primer niño en islamizarse, a pesar de no contar con más de diez años. Al día siguiente de su islamización, su padre lo vio orando junto al Mensajero de Alá ﷺ y le preguntó:
-¡Hijo mío! ¿Qué religión es esa, a la que te has convertido?
-Ali t contestó:
¡Oadre! He creído en el Mensajero de Alá, en lo que le ha sido revelado y he rezado junto a él, siguiendo su ejemplo.
Respondió su padre:
“Por cierto que no te guiará sino al bien, aférrate a él".
3 - Demostración de fidelidad y sacrificio, en la noche de la emigración
Se alistaba el Mensajero de Alá ﷺ, a emigrar hacia Medina, coincidiendo esa noche, con una conspiración preparada por los incrédulos de La Meca para asesinarlo.-
Esta conspiración consistía en que participaran para matarlo, once jefes de las tribus más importantes de La Meca y alrededores. De esta forma, los Compañeros del Profeta no se atreverían a declarar la guerra a tantas tribus.
El plan criminal estaba ya trazado. Los ejecutores elegidos...La metodología también, y... con el mejor aliado...la noche.-
Sin embargo una vez más; la providencia de Alá iba a intervenir salvando la vida del Profeta.-
Eligió el Enviado de Alá ﷺ quien de entre sus Compañeros ocupara su lugar en su cama, como parte de un plan que trazara para burlar a los incrédulos de Qureish y así ganar algo de tiempo.
Recayó este desafío, en Alí Ibn Abi Talib t, hombre valiente que amaba al Mensajero de Alá ﷺ con todo su corazón y que a su vez era amado por él. Sabía de la conspiración y el peligro que sería expuesto quién durmiese en esa cama, pero la importancia de la misión de Ali t, no se resumía a que durmiese en el lugar del Mensajero de Alá ﷺ sino que demostraba la total confianza depositada por el Profeta ﷺ en él.-
Además fue el encargado de devolver algunas pertenencias que habían sido confiadas al Mensajero ﷺ, por la gente de La Meca.
Cumplió Ali t la importante misión que le fue encomendada; y después de tres días emigró solo hacia Medina. Arribó a Qubá (lugar ubicado en las periferias de la ciudad, a pocos kms. de la mezquita del Profeta), y desde allí, tuvo oportunidad de acompañar al Enviado de Alá ﷺ en su emigración hacia Medina.
4 – “El mejor juez de mi nación: Ali". hadiz
El basto conocimiento, la opinión certera y la precisión de su criterio, se consideran las facetas más sobresalientes de la gran personalidad de Ali t, por lo que fue considerado uno de los mas reconocidos juristas de entre los Sahabas. Recurrían a él cada vez que se presentaba un problema o una pregunta sobre los asuntos de jurisprudencia islámica.
Lo envió el Mensajero de Alá ﷺ a Yemen como juez, y de entre los conflictos que resolvió se destaca este:
Cayeron a un foso destinado a la caza de leones, cuatro personas; al caer el primero intentó tomarse del segundo, quien cayó también, éste en su caída intentó tomarse de un tercero y éste a su vez del último, hasta que cayeron los cuatro. Un león en el interior del foso los mató.
Litigaron por esto sus parientes a punto de combatirse.
Ali t les dijo:
- ¡Yo juzgaré entre vosotros! si os complace el veredicto, entonces ese será el fallo a ejecutar, si no, conteneos de combatir los unos a los otros, hasta que os presentéis ante el Mensajero de Alá ﷺ y él os juzgue.-
Aceptaron la propuesta, y Ali t les indicó:
Reunid de las tribus que cavaron dicho foso, un cuarto de la indemnización (valor a estipular), un tercio, una mitad, y una indemnización completa.
Al primero en caer al foso, le corresponde un cuarto, puesto que fue el causante de la muerte de los otros tres.
A quien siguió en la caída un tercio, porque fue el causante de la muerte de los otros dos, y al tercero, solo la mitad por haber sido el causante de la muerte de quien cayó luego de él, y para el cuarto una indemnización completa, porque él murió por causa de los que cayeron antes, no siendo el causante de la muerte de ninguno -
Pero las partes se negaron a aceptar este veredicto, por lo que se dirigieron al Mensajero de Alá ﷺ y le expusieron lo acontecido, quien inmediatamente aprobó el fallo de Ali t y agregó:
“El juez de mi nación es Ali".
Fue Ali t un guía en la jurisprudencia islámica y una autoridad suficiente como para emitir dictámenes legales (fatwa); la prueba de ello es que Omar Ibn Al-Jattab t lo consultaba en muchos casos que sucedían, expresando en más de una oportunidad:
“De no haber sido por Ali, Omar estaría perdido" -
Dijo también:
“Que nadie se atribuya emitir un fallo, estando Ali presente" -
En una ocasión, un hombre fue llevado ante Omar Ibn Al-Jattab t por haber contestado a un grupo de personas quienes le habían preguntado: ¡Cómo había amanecido! –
Respondió: - Amanecí amando la tentación y despreciando la verdad, dándole la razón a los judíos y a los cristianos, creyendo en lo que no veo y reconociendo lo que aún no fue creado -
Omar t informó a Alí t lo dicho por el hombre, y este contestó:
- Ha dicho la verdad, amando la tentación, ya que Alá en su Libro menciona:
“Vuestra hacienda y vuestros hijos no son más que tentación…" (64:15)
Despreciando la verdad, es decir la muerte, puesto que Alá, Enaltecido sea, expresa:
“Vendrá la agonía de la muerte con la verdad". (50:19)
Dándole la razón a los judíos y a los cristianos, por lo dicho en el Corán:
“Los judíos dicen que los cristianos no tienen en qué apoyarse. Y los cristianos dicen que los judíos no tienen en qué apoyarse". (2:113)
Creyendo en lo que no veo, es decir, creyendo en Alá exaltado sea. Reconociendo lo que no ha sido creado, es decir, en el día del juicio final
Dijo Omar t al escuchar su respuesta:
- Me refugio en Alá de enfrentar un problema y que Ali t no se encuentre disponible para dictaminar sobre él -
5 - su fortaleza y valentía
En la batalla de Badr, fue designado por el Profeta ﷺ para enfrentarse con uno de los más valientes y aguerridos de entre los incrédulos: Al-Ualid Ibn Utbah, venciéndolo y dándole muerte.
El día de la batalla de Uhud Ali t, acabó con la vida de Talha Ibn Abi Talha, quien portaba el estandarte de los idólatras e incentivaba a su ejército a marchar contra los musulmanes.-
En esa misma batalla, Ali t se encontraba entre quienes se mantuvieron junto al Mensajero de Alá ﷺ cuando este fue herido, y también cuando Fátima t hija del Mensajero y esposa de Ali t, curaba las heridas en el rostro del Profeta y Alí t quien la secundaba, vertía agua sobre él .-
En Al-Jandaq, la llamada “batalla de la trinchera", Ali t, tuvo un papel sorprendente y memorable. Se adelantó entre las filas de los incrédulos, Amru Ibn Abdu Uid, quien dirigiéndose a los musulmanes les dijo:
¡Quién ha de enfrentarme!- Se adelantó Ali t hasta quedar frente a él.
Dijo Amru:
-¡No!, por Al-Lat (ídolo preislámico), a ti no deseo matarte-
Ali t contestó:
Pero yo por Alá, ¡Sí quiero!-.
Esto hizo encolerizar a Amru quien lo atacó, Ali t empuñando su espada, lo venció dándole muerte.
En la batalla de Jaibar, al dificultárseles la conquista a los musulmanes, debido a la muralla que la rodeaba, dijo el Profeta ﷺ:
“Entregaré mañana el estandarte a un hombre que es amado por Alá y por su Mensajero, otorgándonos el Todopoderoso a través de el, la victoria".
Al escuchar esto, Omar Ibn Al-Jattab t expresó:
- No deseé el liderazgo jamás, salvo ese día, esperando ser el amado por Alá y su Mensajero - .
Al día siguiente al formarse los musulmanes, cada uno de ellos esperaba ansioso saber quién sería el elegido.
Entonces la voz del Mensajero de Alá ﷺ resonó:
“Dónde está Ali Ibn Abi Talib?".
Aquí estoy Mensajero de Alá! - respondió.
Dijo el Profeta ﷺ:
“Toma este estandarte y marcha con él hasta que Alá te conceda la victoria".
Portó Ali t el estandarte y adelantándose a su escuadrón con paso acelerado llegó a la entrada de la fortaleza y gritó:
-Yo soy Ali Ibn Abi Talib!-
De inmediato, soportó un duro golpe propinado por la espada de un enemigo, haciéndole caer el escudo de su mano. Se dirigió entonces, a otra de las puertas y gritó:
- Alá es el más grande (Allahu Akbar) - Tomando con sus manos la puerta, la extrajo violentamente y la utilizó como escudo; no cesando junto a los musulmanes en su accionar, hasta que el enemigo cayó derrotado.-
Dijo luego Abu Rafi't:
- Ali era la garantía de nuestro batallón, por cierto que intenté junto con siete hombres, mover esa puerta de su lugar y no lo logramos.
6.- SU generosidad
Ali t un día perdió su preciada armadura, luego la encontró en manos de un dhimmi (no musulmán) quien intentaba venderla en un mercado de Kufa.
Al reconocerla dijo: - Esa es mi armadura, se cayó de mi camello durante la noche. Respondió el dhimmi: - Ella es mía ¡Emir de los creyentes! Dijo Ali: - Es mi armadura, no la he vendido ni obsequiado a nadie, ¿cómo ha llegado a ti?
Dijo el hombre: interpongamos al juez de Medina para que juzgue entre nosotros, Ali afirmó: Es lo más justo -.
Se dirigieron a Shureih, juez de Medina, a quien Ali relató:
Encontré mi armadura en manos de este hombre, ella se cayó en la noche, en tal lugar.
Interrogó el juez al dhimmi: Y tú qué alegas, el hombre respondió:
La armadura esta en mi poder, por lo tanto me pertenece.
Se dirigió el juez a Ali diciendo: - No tengo duda alguna de que eres sincero ¡Emir de los creyentes! Pero necesitas dos testigos que corroboren tu declaración.
Dijo Ali: - traeré a mi sirviente Qunbur y mi hijo Al-Hasan, quienes atestiguarán a mi favor - Dijo el juez: - El testimonio del hijo en favor del padre no es válido ¡Emir de los creyentes!
Ante esto, Ali le dijo al dhimmi: - Quédatela, pues no tengo otro testigo – Este exclamó: - Yo doy testimonio que la armadura es tuya!- . Y agregó: - ¡Alá! El Emir de los creyentes es juzgado por su juez y éste falla en su contra !Atestiguo que la religión que ordena tal justicia es la verdad! !Y atestiguo que no hay otra divinidad salvo Alá y que Muhammad es su Siervo y Mensajero! -
Contestó Ali: - Por haber abrazado el Islam te la regalo, y te obsequio además mi cabalgadura - .
7 - El Califato de Ali
Luego del asesinato de 'Uzmán Ibn Affan t todos se reunieron para jurar fidelidad a Ali t pero éste, se negó a aceptar dicho cargo y dijo:
- Seré un ministro, es mejor para vosotros a que sea Califa, y a quien elijan me complaceré con él -. Insistieron los musulmanes, amedrentándolo con los casos de sedición, hasta lograr convencerlo, jurándole fidelidad.
Asumió Alí t el Califato, y tras su proclama memorable, donde exhortaba a los musulmanes hacer el bien y apartarse del mal, recordándoles de la responsabilidad ante Alá Todopoderoso, y del respeto mutuo.-
Comenzaron días de sediciones y luchas internas sangrientas, a la vez, de conspiraciones de los enemigos del Islam: hipócritas que intentaban dividir a los musulmanes.-
Pero a pesar de las sediciones e inconvenientes que rodearon los días de su Califato, Ali t fue estricto con la verdad, y un fervoroso combatiente por la causa de Alá, estableciendo la justicia, esforzándose en aconsejar a su nación, e intentando unirla a través del Islam. Vivió desapegado de la vida mundana, hasta que Alá le concedió morir por Su causa.
Que Alá tenga misericordia de Ali Ibn Abi Talib.