La ablución seca (Taiammum)
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COMPENDIO DE DERECHO ISLÁMICO
CAPÍTULO 1
LA PURIFICACIÓN (AT-TAHARA)
VIII – La ablución seca (Taiammum)
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مختصر الفقه الإسلامي
كتاب الطهارة
8- التيمم
[اللغة الإسبانية ]
Muhammad ibn Ibrahim Al-Tuwaijri
محمد بن ابراهيم التويجري
Traducción: Muhammad Isa Garcia
ترجمة: محمد عيسى غارسيا
Oficina de Dawa en Rabwah - Riyadh
المكتب التعاوني للدعوة وتوعية الجاليات بالربوة بمدينة الرياض
1429 – 2008
VIII – La ablución seca (Taiammum)
La ablución seca (Taiammum): consiste en golpear la tierra limpia con ambas manos con la intención de poder realizar con ello la oración y otros ritos de adoración.
La ablución seca es una de las características exclusivas de la nación islámica, y es un sustituto del agua en la purificación.
El veredicto de la ablución seca
La ablución seca está legislada para los afectados por la impureza ritual mayor y menor que no pueden usar agua, ya sea por ausencia de ésta, por algún daño resultante de su uso o por la imposibilidad de usarla.
Allah dice en el Sagrado Corán:
“Y si estáis enfermos o de viaje, o alguno de vosotros viene de hacer sus necesidades, o habéis tenido relaciones con vuestras mujeres y no encontráis agua, recurrid a tierra limpia y pasáosla por el rostro y las manos. Allah no quiere imponeros ninguna carga, sólo quiere purificaros y completar Su gracia sobre vosotros para que seáis agradecidos.” (5:6)
Con qué puede realizarse la ablución seca
La ablución seca se puede realizar con cualquier sustancia pura que forme parte del suelo: tierra, arena, piedra, barro seco o húmedo, etc.
Descripción de la ablución seca
Primero formar la intención, y luego golpear suavemente la tierra con la palma de las manos una vez. A continuación pasar las manos por el rostro, y finalmente frotar con la mano derecha la parte superior de su izquierda y con la mano izquierda la parte superior de su derecha. Es recomendable, algunas veces, frotarse primero las manos y luego el rostro.
‘Abd Ar Rahmán Ibn ‘Abza transmitió que su padre relató: Un hombre se presentó ante ‘Umar Ibn Al Jattáb y dijo: Estoy en estado de impureza ritual mayor y no encuentro agua. Entonces ‘Ammár Ibn Yásir le dijo a ‘Umar Ibn Al Jattáb: ¿Recuerdas cuando estuvimos, tú y yo, en un viaje (y no teníamos agua)? Tú no rezaste; yo, en cambio, restregué mi cuerpo en el suelo y luego recé. Informé al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) de aquel suceso, y me dijo: “Te habría bastado hacer esto”. Y golpeó con las palmas de sus manos el suelo, luego las sopló y se las pasó sobre el rostro y las manos.[1]
‘Ammár relató -describiendo la ablución seca- que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Te habría bastado hacer esto”. Y golpeó con las palmas de sus manos el suelo una vez y las sopló. Luego pasó su palma sobre la parte superior de su mano derecha -o pasó su mano derecha sobre la parte superior de su mano izquierda- y finalmente pasó ambas palmas por su rostro.[2]
Qué se purifica con la ablución seca
Es válido formar la intención de purificarse de varios estados de impureza ritual con una única ablución seca, como por ejemplo: haber orinado, defecado y mantenido una relación sexual.
Quien ha realizado la ablución seca puede hacer lo mismo que aquel que tiene el Udú', es decir: rezar, hacer el Tawáf, tocar el Corán y demás actos de adoración.
La ablución seca se anula con lo siguiente
- Existencia de agua.
- Fin de la excusa: enfermedad, necesidad u otras razones.
- Los anuladores del Udú' anteriormente mencionados.
Quien no encontrase agua ni tierra en ninguno de sus estados rezará sin Udú' ni ablución seca. Y no deberá repetir posteriormente la oración rezada en ese estado.
La ablución seca se prescribió para purificarse de las dos impurezas rituales, mayor y menor. Respecto a la eliminación de la impureza que pudiese alcanzar el cuerpo o la ropa, ésta no se purifica con la ablución seca, sino que debe ser retirada físicamente. Si la impureza no puede ser retirada, entonces rezará en el estado en que se encuentre.
Quien tenga una herida y tema que el agua retrase su curación, podrá pasar su mano húmeda sobre ella y lavar el resto de la parte del cuerpo. Si pasar la mano húmeda sobre la herida también es perjudicial, entonces hará la ablución seca por ello y lavará el resto de las partes con agua.
Qué debe hacer la persona que después de realizar la ablución seca y rezar encuentra agua dentro del tiempo prescrito para esa oración
Abú Sa‘íd Al-Judri (Allah se complazca con él) relató: Dos hombres salieron de viaje, y cuando llegó la hora de la oración no encontraron agua. Entonces hicieron la ablución seca con tierra limpia y rezaron. Más tarde encontraron agua dentro del periodo prescrito para esa oración. Uno de ellos repitió la oración con el Udú' y el otro no. Luego se presentaron ante el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y le mencionaron lo sucedido. El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo al que no repitió la oración: “Has hecho la Sunnah y tu oración es válida”. Y al que repitió la oración le dijo: “Obtendrás la recompensa dos veces”.[3]