Virtudes de los primeros diez días del mes de la peregrinación
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Virtudes de los primeros diez días del mes de la peregrinación
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www.islam-qa.com
Traducción: Lic. M. Isa García
Revisión: Moammar Derman
2013 - 1434
فضائل العشر الاوائل من ذي الحجة
« باللغة الإسبانية »
موقع الإسلام سؤال وجواب
ترجمة: محمد عيسى غارسيا
2013 - 1434
Índice
Índice. 2
¿Cuáles son las cualidades especiales de los primeros diez días del mes de la peregrinación (Dul Híyyah)? 4
¿Cuáles son las cosas que debe evitar el musulmán durante estos diez días si desea ofrecer un sacrificio? 8
Los tipos de culto que pueden realizarse en estos diez días. 11
1. El ayuno. 12
2. Rememorar a Dios. 12
3. Realizar la peregrinación mayor y menor. 14
4. Realizar más buenas obras en general. 15
5. Ofrecer un sacrificio. 15
6. Arrepentirse con sinceridad. 15
¿Cuáles son las cualidades especiales de los primeros diez días del mes de la peregrinación (Dul Híyyah)?
Alabado sea Dios, Quien ha creado el tiempo y los astros para su contabilización, y ha hecho algunos momentos mejores que otros, en que la recompensa se multiplica como una misericordia hacia Sus servidores. Esto anima a los creyentes a hacer más obras rectas y a adorarle sólo a Él, de tal manera que renuevan sus esfuerzos por tener parte en el bien, la piedad y la virtud, preparándose a sí mismos para el día de su partida de este mundo y para su encuentro con Él, hasta el Día del Juicio.
Esta estación de culto trae muchos beneficios, tal como la oportunidad de corregir nuestras faltas y reponer cualquier incumplimiento. Cada una de estas ocasiones especiales involucra algún acto de culto a través del cual los musulmanes pueden acercarse más a Dios, y traen bendiciones que Dios concede a quien Él quiere. Por eso los musulmanes debemos aprovechar esta estación de la mejor manera posible para acercarnos más a Dios mediante los actos de culto que Él nos ha revelado, para ganar la oportunidad de ser bendecidos por Dios y sentir la alegría de saber que nos acercamos más al Paraíso. Ver: Al-Latá’if, pág. 8, Ibn Ráyab.
Durante estas fechas debemos aprovechar el espacio de vida que se nos ha concedido e incrementar nuestros actos de culto, persistiendo en ellos hasta que Dios decida llevarnos de este mundo. Dios dijo (traducción del significado):
“Y adora a tu Señor hasta que te llegue la hora certera [la muerte]” (Al-Híyr, 15:99).
Entre las estaciones especiales de culto están los primeros diez días del mes de Dul Híyyah, que Dios ha preferido sobre todos los demás días del año. Ibn ‘Abbás (que Dios esté complacido con él y con su padre) reportó que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No hay días en que las obras rectas sean más queridas para Dios, que en estos diez días”. La gente le preguntó, “¿Ni siquiera la lucha por la causa de Dios?”. Él respondió: “Ni siquiera la lucha por la causa de Dios; excepto un hombre que empeña su salud y sus riquezas por la causa, y vuelve sin nada”. Narrado por al-Bujari, 2/457.
En otro reporte también de Ibn ‘Abbás (que Dios esté complacido con él y con su padre) se reportó que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No hay acto más precioso a la vista de Dios, ni más grande en recompensa, que una buena obra realizada durante los diez días del Sacrificio”. Le preguntaron: “¿Ni siquiera la lucha por la causa de Dios?”, y él respondió: “Ni aun la lucha por la causa de Dios, excepto cuando un hombre empeña su salud y sus riquezas por la causa, y vuelve sin nada”. Reportado por Ad-Dárimi, 1/357; su cadena de transmisión es buena, como se afirmó en Al-Irwá’, 3/398.
Estos textos y otros indican que estos diez días son mejores que todos los demás días, sin excepción, ni aún los últimos diez días de Ramadán. Algunos sabios han afirmado que cuando estos reportes hablan de “días”, se refieren concretamente a las horas diurnas, porque hay otros reportes auténticos que afirman que las últimas diez noches de Ramadán son las mejores del año, ya que incluyen la Noche del Decreto. Y de esta forma podrían reconciliarse ambos significados. Ver Tafsir Ibn Kázir, 5/412.
Deben saber, mis hermanos en el Islam, que las virtudes de estos diez días están basadas en distintos factores:
1. Dios ha jurado por ellos en el Sagrado Corán, y jurar por algo es indicativo de una gran importancia. Dios dijo (traducción del significado):
“Juro por la aurora, por las diez noches”(Al-Fáyr, 89:1-2).
Ibn ‘Abbás, Ibn az-Zubair, Muyáhid y otros de las primeras generaciones han afirmado que se refiere a los primeros diez días del mes de Dul Híyyah. Ibn Kázir dijo: “Esta es la opinión correcta”. Tafsir Ibn Kázir, 8/413.
2. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) testificó que estos son los mejores días del año, como queda demostrado con los reportes auténticos arriba citados.
3. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) encomendó a los musulmanes hacer obras rectas a causa de la virtud de esta estación para los musulmanes en todo el mundo, y también por la virtud de la Sagrada Casa de Dios para los peregrinos.
4. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos encomendó recitar abundantes oraciones para rememorar a Dios durante esta estación, como decir “Subhana Allah” (Glorificado sea Dios), “Al hámdu lilláh” (Alabado sea Dios), y “Alláhu Ákbar” (Dios es El Más Grande). ‘Abd Allah ibn ‘Umar (que Dios esté complacido con él y con su padre) reportó que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No hay días más grandes a la vista de Dios y en los cuales las obras piadosas sean más amadas por Él que en estos diez días, por lo tanto cuando llegue este tiempo, reciten abundantes oraciones para rememorarle (tahlíl, tahmíd y takbir)”. Narrado por Áhmad, 7224; Áhmad Shákir lo clasificó como auténtico.
5. Estos diez días incluyen el Día de ‘Arafah, en el cual Dios perfeccionó Su religión. Ayunar en este día expiará los pecados de dos años. Estos días también incluyen el Día del Sacrificio, el día más grandioso del mes de la peregrinación y del año, que combina actos de culto en una forma que no lo hace ningún otro día.
¿Cuáles son las cosas que debe evitar el musulmán durante estos diez días si desea ofrecer un sacrificio?
La Tradición Profética indica que quien quiera ofrecer un sacrificio debe abstenerse de recortarse el pelo o las uñas, o incluso parte de la piel, desde el primer día del mes de Dul Híyyah hasta que ofrece su sacrificio, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cuando vean la luna nueva del mes de Dul Híyyah, si alguno de ustedes quiere ofrecer un sacrificio, que no se corte ni el pelo ni las uñas hasta que haya ofrecido su sacrificio”. De acuerdo a otro reporte: “Que no se recorte nada del pelo o las uñas”. Narrado por Muslim con cuatro cadenas de transmisión, 13/146.
Las palabras del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) indican que recortarse el pelo y las uñas está prohibido, de acuerdo a la opinión más correcta. Sin embargo, si un musulmán hace alguna de estas cosas deliberadamente, debe arrepentirse sinceramente ante Dios, pero no es necesario que ofrezca una expiación, y su sacrificio será válido. Es permisible remover alguna uña, pelo o piel para quien tenga una necesidad física de ello, como una uña rota que puede causar una herida, o una herida donde es necesario afeitar el pelo; no hay nada de malo en esto. La consagración ritual es igualmente importante, y sin embargo está permitido recortar o afeitarse el pelo por una cuestión de salud. No hay nada de malo con que los hombres y las mujeres laven sus cabezas durante los primeros diez días del mes de la peregrinación, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) sólo prohibió cortarse el pelo, no lavarlo.
La razón de esta prohibición de remover el pelo o las uñas es porque la persona que va a ofrecer el sacrificio está en la misma situación que el musulmán cuando ingresa en la consagración ritual para hacer la peregrinación mayor o menor, al menos en parte, porque está ofreciendo un sacrificio para acercarse a Dios. Así, alguna de las reglas de la consagración ritual se aplican a quien quiere ofrecer un sacrificio, por lo tanto que se abstenga de lo que Dios ha prohibido con la esperanza de que Dios le agracie con el Paraíso. Y Allah sabe más.
Si un musulmán se recorta el pelo o las uñas durante los primeros 10 días de Dul Híyyah porque no está planeando ofrecer un sacrificio, pero luego decide hacerlo, entonces debe abstenerse de hacer esto desde el momento que toma la decisión.
Algunas mujeres musulmanas delegan hacer el sacrificio a nombre suyo a sus hijos o a sus hermanos, creyendo que de esta forma quedan libres de recortarse el cabello o las uñas durante los primeros días de este mes. Esto no es correcto, porque estas normas se aplican a quien ofrece el sacrificio, aunque lo haga a través de otra persona. La prohibición no se aplica a la persona designada para realizar el sacrificio, sino a la persona que quiere ofrecerlo a nombre suyo o a nombre de alguien más, como se ha afirmado en el reporte. En el caso de la persona que está oficiando el sacrificio para alguien más, ya sea por propia voluntad o porque se lo han encargado como trabajo, la prohibición no se aplica a él.
Es evidente entonces que esta prohibición se aplica a quien tiene la intención de ofrecer el sacrificio y no alcanza a su esposa e hijos, a menos que uno de ellos esté ofreciendo un sacrificio a título personal también. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía ofrecer un sacrificio a nombre de su propia familia, y no se ha reportado que él les prohibiera cortarse el pelo o las uñas.
Quien está planeando ofrecer un sacrificio y luego decide hacer la peregrinación no debe recortarse el pelo ni las uñas cuando desee ingresar a la consagración ritual, porque esta es la Tradición Profética, y sólo debe hacerse cuando hay una necesidad para ello. Pero si el musulmán está realizando la peregrinación menor y mayor juntas (tamattu) que es cuando realiza la peregrinación menor, luego sale de la consagración ritual y vuelve a ingresar a ella para realizar la peregrinación mayor, debe recortar su cabello cuando termine la peregrinación menor, porque ésta es una parte necesaria del ritual.
Las prohibiciones que se han descripto arriba se aplican a quien tiene la intención de ofrecer un sacrificio, como se detalló en los reportes arriba citados: no está prohibido para el musulmán usar perfume, mantener relaciones maritales ni usar ropas cosidas.
Los tipos de culto que pueden realizarse en estos diez días
El musulmán comprometido con su religión debe apreciar las bendiciones que Dios le ha concedido y aprovechar la oportunidad para realizar actos de culto en estas ocasiones especiales, dedicándoles tanto tiempo como sea posible. Una de las bendiciones que Dios nos ha concedido es que para el musulmán, cualquiera buena obra, por más pequeña que sea, puede ser considerada un acto de culto, de tal manera que el musulmán puede adorar a Dios en su vida diaria de muy diversas formas.
Entre las obras para realizar durante los primeros diez días del mes de la peregrinación se encuentran las siguientes:
1. El ayuno
Es parte del ejemplo del Profeta Muhámmad ayunar el noveno día de Dul Híyyah, porque él solía hacerlo así, y el ayuno es uno de los mejores actos de culto que podemos realizar en estos días. En un reporte qudsí (aquel en el cual el Profeta revela palabras de Dios que no pertenecen al Sagrado Corán), Dios dijo: “Todos los actos de los hijos de Adán son para él, excepto el ayuno que es para Mí, y por el cual Yo le recompenso”. Narrado por al-Bujari, 1805.
Hunaidah Ibn Jálid reportó de su esposa (que Dios esté complacido con ambos) que algunas de las esposas del Profeta Muhámmad dijeron: “El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía ayunar en el noveno día de Dul Híyyah, en el día de ‘Ashurá', y tres días de cada mes, los primeros dos lunes y un jueves”. Reportado por An-Nasá'i, 4/205, y por Abu Dawud, 2/462; clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih Abu Dawud.
2. Rememorar a Dios
Es parte de la Tradición Profética recitar “Alláhu Ákbar”, “Al-hámdu lilláh”, “La iláha ílla Allah” y “Subhana Allah” durante los primeros diez días de Dul Híyyah, y recitarlo en voz alta en la mezquita, en el hogar, en las calles, y en cualquier lugar donde esté permitido mencionar Su nombre en voz alta, como una proclamación de la grandeza de Dios, glorificado y exaltado sea. Los hombres deben recitar esto en voz alta, y las mujeres en voz baja.
Dios dijo (traducción del significado):
“Para que atestigüen todas las gracias [de la peregrinación], y recuerden el nombre de Allah en los días consabidos al sacrificar las reses del ganado que Él les ha proveído. Comed, pues, de ellas, y dad de comer al indigente y al pobre”(Al-Hách, 22:28).
La mayoría de los eruditos están de acuerdo en que los ‘días designados’ son los primeros diez días del mes de Dul Híyyah, ya que se reportó que Ibn ‘Abbás (que Dios esté complacido con él y con su padre) afirmó esto: “Los ‘días designados’ son los primeros diez días de Dul Híyyah”.
La oración para magnificar a Dios (takbir) puede incluir las palabras “Allahu Ákbar, Allahu Ákbar, la iláha íll-Allah; wa Allahu Ákbar wa lilláhi al-hámd” (Dios es El Más Grande, Dios es El Más Grande, no hay más divinidad que Dios; Dios es El Más Grande, para Él es toda alabanza), como también otras redacciones similares. Las oraciones para magnificar a Dios son un detalle de la Tradición Profética que no debe descuidarse durante estas fechas, especialmente en los primeros días, de tal forma que toda la gente pueda escuchar que se recita en todas partes. Debe pronunciarse en voz alta, y esto sirve también para recordar al negligente. Hay abundante evidencia de que Ibn ‘Umar y Abu Hurairah (que Dios esté complacido con ellos) solían salir al mercado durante los primeros 10 días del mes de Dul Híyyah y recitar esto, y la gente los imitaba y recitaba con ellos adonde quiera que fueran. La idea detrás de recordar a la gente su recitación es que todos y cada uno lo reciten individualmente, aunque no hay evidencia en la ley islámica de que se deba recitar al unísono.
Revivir detalles de la Tradición Profética que han sido casi olvidados es una buena obra que traerá una inmensa recompensa, como se ha indicado en las palabras del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “Quien reviva una de mis tradiciones que haya sido olvidada después de mi muerte, tendrá una recompensa equivalente a la de toda la gente que le siguió en su ejemplo, sin que la recompensa de ellos decrezca en nada”. Narrado por at-Tirmidi, 7/433; clasificado como bueno a causa de las cadenas de transmisión que lo corroboran.
3. Realizar la peregrinación mayor y menor
Una de las mejores obras que puede uno hacer durante estos 10 días es realizar la peregrinación a la Sagrada Casa de Dios. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Una peregrinación mayor aceptada por Dios no trae menor recompensa que el Paraíso”.
4. Realizar más buenas obras en general
Las buenas obras son más amadas por Dios durante estas fechas y traen una recompensa mayor. Quien no es capaz de recurrir a la peregrinación puede mantenerse ocupado en esta época bendita adorando a Dios mediante el rezo, leyendo el Sagrado Corán, rememorando a Dios, haciendo alguna súplica, dando en caridad, honrando a sus padres, manteniendo los lazos de parentesco, encomendando el bien y prohibiendo el mal, enseñando, y otras buenas obras y actos de culto.
5. Ofrecer un sacrificio
Una de las buenas obras que harán que el musulmán se acerque más a Dios durante estos 10 días es ofrecer un sacrificio y dar parte de su carne en caridad, escogiendo un animal sano y en excelentes condiciones, gastando así dinero por la causa de Dios.
6. Arrepentirse con sinceridad
Una de las cosas más importantes que puede hacer el musulmán en estos días es arrepentirse sinceramente ante Dios y abandonar el pecado o la desobediencia a Dios. El arrepentimiento significa volverse hacia Dios por cualquier cosa que a Él le desagrade y que pese sobre nuestra conciencia, ya sea que la hayamos hecho abiertamente o en secreto. Esto se logra lamentando sinceramente lo que uno ha hecho, y abandonándolo con la determinación de no volver a repetirlo, aferrándonos a las enseñanzas de Dios.
Si un musulmán se da cuenta que ha cometido un pecado, debe arrepentirse sin demora, primero porque no sabe cuándo morirá y perderá así la oportunidad de arrepentirse, y segundo porque una mala acción puede ser seguida por otra.
El arrepentimiento en estas fechas especiales es muy importante, porque en la mayoría de los casos los pensamientos de la gente están ocupados con el culto religioso, y se esfuerzan por hacer el bien, lo cual es una ocasión inmejorable para reconocer nuestras faltas y sentir arrepentimiento por ellas. El arrepentimiento es un deber del musulmán en todas las circunstancias, pero cuando el musulmán se esfuerza por combinar el arrepentimiento sincero con las buenas obras durante una fecha virtuosa como esta, este es un signo de éxito, si Dios quiere. Dios dijo (traducción del significado):
“Pero quien se arrepienta, crea y obre rectamente se contará entre quienes tendrán éxito”(Al-Qásas, 28:67).
El musulmán debe aprovechar entonces esta ocasión inmejorable, y prepararse psicológicamente pensando en las buenas obras que realizará y en la excelente recompensa que le traerán. Dios es misericordioso y está siempre observándonos, y a Él retornaremos algún día. Dios dijo (traducción del significado):
“Quien haya realizado una obra de bien, por pequeña que fuere, verá su recompensa. 8. Y quien haya realizado una mala obra, por pequeña que fuere, verá su castigo” (Az-Zálzalah, 99:7-8).
Por lo tanto, debemos pensar en todas las bendiciones maravillosas que podemos ganar en estos 10 días de virtud y piedad, apresurándonos así a hacer buenas obras y recordando que el día que la muerte llegue y nos encontremos con Dios, encontraremos la recompensa en Sus manos.
Y para aquellos cuyo corazón se ha ennegrecido en la indolencia, este es un tiempo en el cual pueden exponerse fácilmente a la misericordia de Dios durante estos días, porque Dios hará que Su misericordia toque a quien Él quiera, y quien sea tocado por ella estará feliz en el Día de la Resurrección. Que Dios bendiga y otorgue la paz a nuestro Profeta Muhámmad, a su familia y a sus compañeros.